Para Héctor y Andrea de Aterciopelados, más allá de si se es de uno o de otro estilo de vida, debemos respetar las opciones de cada cual.
Con Aterciopelados como nuestros editores invitados del Día de la Tierra, no se podía dejar de tocar el tema del veganismo, un estilo de alimentación que tiene muy en cuenta el cuidado de los animales al no consumir ningún producto que provenga de estos. Por un lado está Héctor, un vegetariano consagrado desde hace algunos años, y por otro Andrea, quien come de todo, pero se sostiene firme en la idea del respeto profundo hacia las personas sin importar el tipo de alimentación que cada uno elija.
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No importa si su meta es hacerse vegano o vegetariano hoy, o simplemente comer menos carne, lo importante es que sepa cómo hacerlo y además que tenga claro si lo que quiere es ser vegetariano o vegano.
Las personas que son vegetarianas son aquellas que han decidido dejar de incluir carne y pescado en su alimentación. Puede que sea por motivos ideológicos, pues, la mayoría de las personas que siguen esta dieta están en contra de las industrias alimentarias donde los animales son maltratados, pero hay quienes deciden hacerlo por salud.
Por su parte, los veganos son personas que no comen ningún tipo de alimento de origen animal, de forma que además de no comer carne ni pescado, también rechazan productos como la leche, los huevos, la mantequilla, la miel, entre otros.
Por lo tanto, la diferencia entre vegano y vegetariano radica en que estos evitan no solo comer animales de forma directa (carne o pescado) sino que cualquier alimento que proceda de los animales es totalmente rechazado en su dieta.
Según Silvana Lena de Nature´s Heart, “más allá de ser vegano o vegetariano lo importante es aprender a alimentarse, se trata de conocer el cuerpo de cada uno, conectarse con él y oírlo”.
Además, agrega que, sin duda, adoptar una alimentación libre de lácteos, carnes de cualquier tipo y basada en plantas, legumbres, carbohidratos complejos, frutas, nueces y semillas en su estado más natural y sin procesar, entre muchísimos beneficios, es la mejor fuente de obtener fitoquímicos, que son las sustancias que se encuentran en las plantas y son los agentes encargados de proteger las células del cuerpo de enfermedades como el cáncer. Además, “el cuerpo se siente más liviano, gana más vitalidad, aleja las enfermedades, es muy alta en fibra naturalmente, mantiene los niveles de colesterol y regula la presión arterial”.
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Nadie quiere ser juzgado ni que le digan qué hacer, es por eso que quienes fallan en el intento deben saber que la clave está en hacer que su nueva dieta sea lo más fácil posible para quien cocina en su casa. Para que las comidas sean más fáciles, simplemente reemplace los productos derivados de animales, como hamburguesas y pollo, por hamburguesas vegetales y pollo, por ejemplo. Así, no será necesario hacer dos comidas diferentes.
El mayor error que cometen la mayor parte de familias al planificar su dieta según Silvana es creer el mito que la proteína únicamente viene de los productos de origen animal.
Hoy en día la carne que se consume no es la misma que hace 30 años, de igual manera pasa con la leche, los antibióticos, hormonas, y los transgénicos con los que alimentan a los animales, que producen en las personas alergias e intolerancias digestivas.
Además, es un grave error pensar que la única fuente de proteína y nutrientes proviene de los animales, por ejemplo, una taza de fríjoles tiene 15 gr de proteína, una taza de quinoa aporta casi 20 gr de proteína, las almendras 8 gr, el brócoli 4 gr, cada persona debe ingerir proteína de acuerdo con su peso y su tipo de actividad física.
“Consumiendo una dieta rica en vegetales, legumbres, frutas, nueces, buenos carbohidratos, sin harinas ni azucares refinadas ni procesados uno se despreocupa de la cantidad de calorías, proteína, carbohidratos consume, porque todo se encuentra en esos grupos de alimentos” agrega la experta.
Y si a su familia le cuesta entender que usted cambió sus hábitos de alimentación, tranquilo, la clave en este punto está en ser un buen ejemplo de la dieta vegetariana o vegana. Es posible que a su familia le tome tiempo aceptar su decisión, pero manténgase optimista. Si es paciente con ellos, amable y se mantienes en buena salud, con el tiempo cambiarán su actitud.
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