«Cuando el río suena… es porque se ahogó la orquesta», dice Carolina (Paulina Dávila) en los primeros minutos de esta película. Eric (José María Tavira), su novio, llega a la casa que comparten en México y ella se ha ido. No sabe dónde está, pero encuentra un video de despedida que le dejó grabado. Investigando, se da cuenta que ella no se devolvió a Colombia como dijo en la grabación, ni tampoco está en hospitales o morgues. Pronto, la casa donde viven comienza a dar sutiles pistas de la verdad de su paradero.
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En esta cinta, dirigida por el director mexicano Jorge Michel Grau y adaptada de la española La cara oculta, el espectador se encuentra frente a una historia de suspenso que cada vez se va haciendo más inquietante. Tanto, que en algún momento la narración es una historia de terror con todos los elementos: una desaparecida (¿acaso muerta?), una casa enorme en medio de la montaña y un hombre con posibles rasgos psicópatas. Pronto aparece otra mujer en la vida de Eric, Fabiana (Cristina Rodlo), a quien la intuición le dice que algo no está bien en esa casa donde él vive resignado a no volver a ver a su novia, a la cual ya le encontró reemplazo.
«La casa es un personaje de la película también», le contó Paulina Dávila a PUBLIMETRO. «Es este lugar que de alguna forma nos observa, que contiene todas las historias anteriores a ellos. Es testigo de todo y permite que la historia suceda. Es un poco la idea de la jaula de cristal, donde Carolina es una mujer privilegiada que llega a México y ante los ojos de los demás lo tiene todo, pero está aislada en todo sentido: emocionalmente, de los suyos y de sus sueños. Está con alguien que le paga con traición. Esa casa representa la cárcel de los personajes, y Fabiana se deslumbra con esta casa, con esa falsa sensación de confort», explica esta actriz, quien fue la cuota colombiana de esta producción.
La intuición femenina
Mientras la historia avanza y el espectador se convierte en un investigador más, queda claro que son las mujeres las que van a resolver el misterio. «En esta película el personaje masculino está tan metido en sí mismo, en su ego y en sus logros, en su versión de la historia, que ignora lo que están viviendo las mujeres que lo rodean. Está desconectado. A estas dos mujeres les cambia la vida profundamente y él ni cuenta se da. Lo curioso es que entre ellas hay más comunicación que con él. Él queda excluido de la verdad. Saben más los espectadores de la película, que él», cuenta Paulina, a quien muchos conocieron por series como Luis Miguel y películas como ¡Que viva la música!
«La intuición femenina sí está en toda la película, incluso cuando él quiere salirse con la suya. Mi personaje, Carolina, se da cuenta que está sola en un acuerdo que era de los dos. Al final, una pareja puede vivir en la misma casa, pero al mismo tiempo estar muy lejos el uno del otro. Esta película habla de lo que pasa cuando uno le da rienda suelta a sus demonios. Los personajes están buscando en donde no es y por eso se pierden, todos están perdidos porque pierden contacto con la realidad y con el otro», agrega.
Lo más tenebroso vive en nuestras cabezas
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Perdida es una historia acerca de los miedos, y para este personaje, veremos a Paulina sufriendo en muchos sentidos, emocional, psicológica y físicamente. En esta preparación, la actriz tuvo que ayunar y aislarse, para entender cómo se sentía físicamente su personaje y de ahí construir la parte psicológica: «yo creo que hay que tener claros los límites entre el personaje y uno. Construyendo el personaje y entendiendo de dónde viene, sus motivaciones y lo que hay detrás de cada escena… entendiendo que lo que sufre el personaje es el sufrimiento de ella, y no es mío. Para mí era muy importante entender el lado físico del personaje y por qué esas mismas cosas la descomponen; entender cómo sale ahí lo más básico, instintivo y crudo del ser humano».
Al final, más que tener protagonistas y antagonistas, para Dávila, Perdida es una historia donde todos los personajes muestran su lado más oscuro. «En esta película de alguna forma todos los personajes le dan rienda suelta a esa oscuridad que llevan dentro. En mi opinión, todos terminan siendo víctimas de su propio invento», explica.
«En esta película todos terminan siendo víctimas de su propio invento»
Paulina Dávila
*** Dónde ver Perdida:
Cinemark, Royal Films, Procinal, Cinepolis, Cineland y teatros independientes.