Antes de ser el incondicional mayordomo y confidente de la familia de Batman, Alfred era un joven intrépido. Ese es el retrato que esta serie construye, y para entender mejor esta producción conversamos con Danny Cannon y Bruno Heller, productores de Pennyworth, que acaba de estrenar su segunda temporada.
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Ustedes ya habían trabajado juntos en Gotham, ¿por qué creen que esa unión de esfuerzos funciona tan bien?
Danny Cannon: cuando hicimos el piloto y la primera temporada fue una colección de ideas que Bruno tenía para escribir, él tenía la historia indicada para esto. También juntamos a un grupo de trabajo al que le contamos todo el universo que queríamos crear. En esta segunda temporada Bruno tuvo mucho tiempo para escribir y dejarse llevar. Yo trabajé sobre todo en los primeros episodios buscando que lográramos ese mundo que queríamos crear para los personajes. Con esta segunda temporada tuvimos más tiempo; los sets son más grandes y multifuncionales. Tuvimos suerte de haberlo hecho así porque con el coronavirus ir a las locaciones fue un problema así que por fortuna logramos que funcionara para esta segunda temporada.
En esta segunda parte parece que veremos a un Alfred más maduro, más decidido…
Bruno Heller: Sí… lamento decirlo en un sentido Freudiano pero tienes que matar a tu padre simbólicamente para convertirte en un hombre, y Alfred está haciendo exactamente. El costo de ello es alto, pero también es el primer paso en el camino para convertirse en quién debe ser. Eso lo ha hecho más duro, ahora es más cínico y más celoso de su propia agenda. Aun así, es alguien con un gran corazón y que, como dijo su padre, para ser él mismo necesita de servir a otros, aunque él aún no entiende eso y cree que porque su padre fue un sirviente él nunca debería repetir ese estilo de vida ni tener un jefe sino vivir su propia vida. Pero la vida le seguirá diciendo que debe tener compromisos, responsabilidades y sacrificios para ser un ser humano completo, además de aceptar a las personas que llegan a tu vida. Esta temporada es otro paso en ese camino.
- La segunda temporada de Pennyworth cuenta con 10 capítulos
Un elemento de esta temporada que ha recibido críticas mixtas es el hecho de tener algunas escenas donde vemos bastante sangre, ¿alguna vez se autocensuraron en este sentido o simplemente usaron los elementos que creyeron necesarios para que las escenas tuvieran el impacto que buscaban?
D. C.: No creo en la gratuidad de la violencia ni de las escenas sangrientas, lo que sí creo es que cuando grabas violencia, debe sentirse como tal. De otra manera sería un despropósito. He visto producciones donde hay exceso de explosiones, exceso de peleas, y ni siquiera se siente real. Cuando hay un exceso de esto la gente se vuelve insensible a la violencia. Yo creo que si tienes una escena donde alguien sale lastimado, la forma en que lo grabas debería lograr que todo se sienta real, así como las emociones del momento. Si la violencia es emocional entonces solo debería ser una pelea, pero nunca debería ser usada para llenar vacíos en la historia.
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B. H.: También creo que el universo de Batman, de Gotham, de DC y de Pennyworth es sobre la violencia, la transgresión. Es una historia de crimen. Si quisiéramos volver a hacer El sonido de la música con violencia estaríamos traicionando la esencia de la historia, pero si cuentas una historia de violencia tienes que hacer que sea ligeramente repelente e impactante, porque eso es la violencia. No hay nada peor que tener escenas violentas para la comedia, porque el tema de perder una vida no puede ser algo ligero. No es algo que yo disfrute, no me parece ético. Acá tenemos violencia, pero por una razón.
Hablemos, justamente, de lo que más disfrutaron. ¿Qué fue lo mejor de recrear la historia de un personaje tan querido como Alfred?
D. C.: Uno de los momentos que más disfruté fue poder ver a Alfred con sus papás. Creo que no pasa muy seguido, pero aprendemos mucho de quién era él a través de sus padres y lo mucho que lo amaban a pesar de los problemas. La exploración que Bruno (Heller) ha hecho sobre los padres de Alfred fueron algunas de mis escenas favoritas de rodar.
B. H.: Yo disfruté cada minuto. No me gusta escribir, pero sí me gusta cuando la escritura le resulta útil a alguien y la convierte en algo visual. Debo decir que también fue muy grato ver a un actor joven como Jack (Bannon), quien asimiló la tarea y creció en este personaje, creció con él como actor, como ser humano. Eso me trajo mucha alegría, es como sembrar una semilla y ver una flor crecer. Y no quiero que suene condescendiente, pero fue algo adorable.
Por último, quisiera que nos contaran cuál creen que es la clave de hacer un spinoff que se mantenga fiel a una historia tan popular como la del universo de Batman…
B. H.: Creo que ahí la clave es no elegir una parte de la historia que ya haya sido contada antes. Por ejemplo, no sé que haría con Batman, el personaje, porque la clave es encontrar otro lugar para habitar, otra historia por relatar. Solo al hacer eso encontrarás algo original y fresco para contar.