Históricamente, este es un momento en el que las mujeres estamos dando un paso al frente y hablando por las que no han podido hacerlo, sobre todo cuando se trata de feminicidios, ¿se sintió inspirada de alguna forma por estos movimientos sociales recientes para adentrarse en la vida de estas cinco mujeres de la época victoriana?
PUBLICIDAD
Sorprendentemente, empecé a escribir The Five antes de que se diera el movimiento #MeToo. Fue una sincronía extraña, fue un momento donde al parecer varias personas estaban pensando de manera parecida. Vi cómo se desarrollaba el movimiento #MeToo mientras estaba escribiendo este libro y me encontré con que muchos de los asuntos que se discutían en los medios respecto al tema son cosas que las mujeres también tuvieron que afrontar durante el siglo XIX. Es bastante aleccionador saber que tan pocas cosas han cambiado en 130 años, y con esto no quiero decir que no hayan cambiado en nada, es solo que aún no hemos podido imponernos en aquellos grandes problemas que todavía enfrentamos las mujeres hoy en día.
¿Podríamos decir con certeza que tal vez existe una idea romántica de Jack the Ripper, en la que es un villano temido, que nos llevó a olvidar por completo que las mujeres a quienes asesinó no eran secundarias en esta historia?
La gente está obsesionada con Jack the Ripper (Jack, ‘el destripador’) y creo que nosotros, como sociedad, todavía encontramos sus asesinatos fascinantes simplemente porque él como perpetrador nunca fue atrapado. Para ser justa, no creo que la mayoría de las personas hayan pensado en las víctimas ni una vez, solo porque nuestra cultura, tomando algunas cosas de la época victoriana, nunca valoró a las mujeres que murieron. Al convertir la historia de Jack en una fantasía o un divertido misterio de asesinatos, centramos nuestra atención en él, casi que lo excusamos por lo que hizo porque no es una persona real en nuestra mente. Se convierte en una persona sobrenatural, y en este contexto, las víctimas son casi incidentales en su historia. Tenemos que estar recordando que esta fue una persona de verdad que mató personas de verdad. No es un juego ni una fantasía.
«Al convertir la historia en una fantasía o un divertido misterio de asesinatos, centramos nuestra atención en él, casi que lo excusamos por lo que hizo porque no es una persona real en nuestra mente. Se convierte en una persona sobrenatural, y en este contexto, las víctimas son casi incidentales en su historia» –Hallie Rubenhold
A veces, la clave para una investigación no es lo que encontramos sino aquello que no logramos encontrar, ¿fue este su caso?
Sí, de hecho, el punto de esta escritura era abordar desde un ángulo diferente a un sujeto a quien todos creen conocer y demostrar que en realidad nadie conoce la historia tan bien. Se han escrito literalmente miles de libros sobre Jack, pero hasta que salió The Five no había ni un solo libro de largo aliento que se fijara en las víctimas como personas independientes de su historia como asesino y toda la especulación alrededor de quién era él. Su historia no es importante para mí. Al no mirar al asesino, simplemente tratando de unir las historias de cinco mujeres, siento que he podido saber más sobre estos asesinatos en serie de lo que ningún libro escrito ha dicho anteriormente. Creo que he logrado que las personas vean los crímenes de forma diferente. La experiencia es similar a la de salir de tu casa y, en vez de caminar a la derecha, decidir un día caminar a la izquierda. Fue como ver un barrio que ya conocía de una manera totalmente diferente.
PUBLICIDAD
Si pudiera conocer en persona a estas mujeres hoy, ¿cuál sería su primera pregunta para ellas?
¿Cómo puedo ayudarlas?
Los periódicos en la época de estos crímenes parecían estar más interesados en los detalles escabrosos de estos asesinatos que en las vidas de estas mujeres asesinadas, ¿podría decirse que esto es algo en lo que los medios aún necesitan mejorar?
Los periódicos no han cambiado mucho en la manera en que escriben sobre feminicidios y violencia contra la mujer. Vemos ejemplos de esto cada semana en los diarios. Un periódico reporta un crimen, pero el foco siempre será la grotesca forma en que murió alguna mujer, mientras plantea sutilmente la pregunta al lector de ‘¿qué habrá hecho ella para que él la asesinara?’. Muchas veces, esta pregunta nunca se plantea allí mismo de forma directa, pero está presente en el matiz y la forma en que se estructura el texto. De manera similar, las noticias tienden a valorar la vida de un hombre por encima de la de una mujer. Si un sujeto de alto perfil (un empresario, un atleta, un político o un académico) ataca o mata a una mujer, la historia siempre estará planteada alrededor de cómo se le «arruinó» la carrera a un hombre brillante y talentoso, y no en cómo la mujer es quien realmente está herida o incluso asesinada. El caso de Oscar Pistorius es un muy buen ejemplo. Así es como se normaliza la violencia contra la mujer.
¿Está de acuerdo con otros historiadores y escritores en que la historia universal le debe a las mujeres su versión de los hechos en diferentes momentos de la humanidad?
Absolutamente. Las historias de las mujeres se han dejado por fuera de la historia por demasiado tiempo y es momento de incluir sus relatos a esa gran porción de lo que consideramos historia. Lo mismo ocurre para las personas que han quedado por fuera de las páginas de los libros de historia; los relatos de los países pobres y marginalizados. La historia nunca está completa a menos de que estén consideradas todas las partes involucradas y solo las narrativas cuidadosamente seleccionadas por los ricos y poderosos.
*Hallie Rubenhold estará este 28 de enero conversando con Lucía Blasco a las 9:00 a.m. en el marco del Hay Festival Cartagena invitada por el British Council, inscríbase a esta charla a través de la página web del festival.