El intento de la estrella del pop Britney Spears de sacar a su padre, James Spears, de la tutela de su patrimonio ha sufrido un revés temporal después de que un tribunal de Los Ángeles rechazase la solicitud.
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Fue en un acto judicial celebrado el pasado martes en la que la jueza de la corte superior de Los Ángeles, Brenda Penny, se negó a acceder a la petición de la famosa cantante, aunque no descartó seguir pronunciándose sobre esta cuestión en el futuro si vuelven a presentarse más requerimientos.
A favor de la suspensión, el abogado de la artista declaró a la jueza que su cliente le había informado de «que le tiene miedo a su padre» y que por eso «no volverá a actuar si este sigue a cargo de su carrera».
Asimismo, los representantes de Spears alegaron que su progenitor despidió al gerente de negocios de su hija y contrató a uno nuevo sin avisarle.
Por su parte, la abogada de James Spears, Vivian Thoreen, argumentó que bajo la tutela de su cliente, el patrimonio neto de la artista ha salido de la deuda para llegar a los 60 millones de dólares.
La medida tiene lugar en medio de la campaña #FreeBritney, que afirma que el padre de la intérprete de «Toxic» la está controlando en contra de su voluntad.
Este asumió el papel de tutor legal en 2008 a raíz del colapso mental de Spears y administra sus bienes desde entonces alegando el interés general de su hija.
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El pasado mes de agosto, otro tribunal decidió que la tutela se prolongaría hasta febrero de 2021, a pesar de la fuerte oposición de la artista a que desempeñe este papel en solitario.
Entonces, lo que pidió su equipo legal es que dicha función continuase en manos de la abogada especializada Jodi Montgomery, que asumió el rol hace un año de forma temporal cuando el padre sufrió varios problemas de salud.