Al comienzo de esta historia sus personajes, Candice y Antoine, trabajan en el mismo equipo investigativo, pero sin duda, están en islas diferentes…
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Raphaël Lenglet: Y el principal responsable de esto es Antoine. Y es que al inicio lo vemos con esa imagen de macho que no pudo ocupar el puesto que quería, justamente por la llegada de Candice. Entonces, esa rabia hace que él se convierta en el antagonista y que no la acepte. Pero luego se da cuenta de que ella es brillante y comienza una especie de atracción entre ambos.
¿Cómo prepararon a sus personajes? ¿Se relacionaron con policías e investigadores para verse y escucharse reales?
Raphaël: Yo ya había hecho una serie de este tipo antes, y esa ocasión trabajamos directamente con la Policía que nos dio algunos consejos. Además, verlos en su labor me hizo comprender diferentes aspectos corporales, como por ejemplo, la manera de caminar cuando tienen un arma en sus manos.
Cécile Bois: Yo no tuve ningún contacto con las autoridades, pero sí tuve un guía que me orientó respecto a si determinadas palabras y expresiones eran viables, y sobre todo, realistas.
«Candice puede estar pendiente de su hijos al mismo tiempo que resuelve casos, y para rematar, tiene tiempo hasta para un amante», Raphaël Lenglet.
Candice rompe esos estereotipos respecto a que una mujer tiene que elegir entre ser madre o ser profesional…
Cécile: Totalmente. Ella, por ejemplo, utiliza parte de su vida personal para resolver sus casos. Eso lo vemos en el primer capítulo cuando sabe a la perfección que la mujer asesinada es madre y ama de casa por la tintura en su pelo y una manilla. Además, es una mujer que no se detiene porque mientras cocina una carne, está intentando solucionar un caso, averiguando quién mató a la víctima.
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Raphaël: Yo he visto varias series con el básico cliché de la mujer: esa que llega a la casa y se olvida de ser mujer porque tiene que ser madre. Pero acá tenemos algo diferente porque hablamos de una dama que no se olvida de ser mujer y madre, y que saber jugar con ambos aspectos. No es un personaje que vuelve a una casa sola, se toma una copa y sacrifica su vida personal por su trabajo. Por el contrario, cuando vuelve del trabajo se encuentra con sus hijos, puede estar pendiente de ellos al mismo tiempo que resuelve casos, y para rematar, tiene tiempo hasta para un amante, y en algunos casos, varios.
Cécile: Pero cabe aclarar que no queremos mostrar a una mujer perfecta que puede con todo eso. Lo que realmente buscamos es mostrar una chica que sale adelante, pero que, como todos, tiene esos momentos de debilidad en los que siente que no podrá lidiar con cada cosa. Y es que Candice no es una heroína, es solo una mujer de carne y hueso.
¿Su objetivo realmente era romper con el estereotipo femenino que muestran muchas producciones?
Cécile: La verdad es que nuestro objetivo principal es divertir a la gente, pero sin duda, la serie manda otras señales al mostrarnos una mujer policía que es madre soltera de cuatro hijos. Y la verdad está bien invitar a las chicas a salirse del típico concepto. Yo recibo muchos mensajes relacionados a este tema, asegurando que Candice les da aliento y valor a otras mujeres que se sienten acomplejadas por un millón de razones.
En los primeros capítulos Candice se ve bastante nerviosa por su regreso después de tanto tiempo, pero ella sabe lo que tiene. En ese sentido, ¿cree que lo bien aprendido nunca se olvida?
Cécile: Jamás se olvida, pero Candice tiene algo en contra: uno en el pasado nunca aprende las herramientas modernas para trabajar en el presente. Y sin duda, todas las profesiones se actualizan constantemente.