El legendario dibujante francés Albert Uderzo dijo adiós luego de 92 años de vida, y más de 60 haciendo feliz al mundo con su mayor creación: Astérix.
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Uderzo nació en 1927 en el norte de Francia y siempre estuvo fascinado por el cómic y por hacer reír a los demás. Desde pequeño comenzó a dibujar y en 1944 dio a luz a su primer cómic, Flambergue, una historia de mosqueteros.
Su vida cambió cinco años más tarde, tras conocer a René Goscinny, a quien consideraba su «hermano» y con quien ideó las aventuras de uno de los personajes más universales en la historia del tebeo: Astérix el galo.
Muchos pensaron que Astérix moriría con Goscinny en 1977, pero lo cierto es que este personaje siguió vivo gracias a Uderzo, quien siguió dibujando por ocho historietas más. Sin embargo, en 2011 sus manos fatigadas tras más de 70 años dejando trazos en el papel, dijeron basta.
No obstante, en 2013 decidió ceder el trabajo de darle vida al emblemático personaje al ilustrador Didier Conrad y al guionista Jean-Yves Ferri, aunque conservó la potestad de supervisión de los nuevos álbumes.
380 millones de ejemplares se han vendido de Astérix en más de 100 lenguas.
Su cercanía con Obélix
Uderzo, hijo de un carpintero italiano instalado en el este de Francia, nunca rechazó su proximidad con Obélix, el segundo de la saga, personaje que creó en solitario y de quien reivindicaba su afinidad.
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Con él compartía modales rudos, populares, el gusto por la buena mesa y una cierta mirada inocente de la vida, que no le impidió disfrutarla desde lo alto del éxito que obtuvo su obra. Un éxito que le permitió darse lujos desmesurados como su colección de ferraris o su avión caza de guerra.
Cuatro grandes historias que puede leer de Astérix y Obélix
Astérix el galo (1959)
Con esta historia Uderzo y Goscinny se dieron a conocer al gran público a través de la revista francesa Pilote, donde salió publicada esta primera aventura, convertida en 1961 en álbum. En ella, ambos nos presentan a personajes y elementos de lo que será la saga.
Astérix y los Juegos Olímpicos (1968)
¿Quién no recuerda esta entrega? Quizá una de las más leídas de toda la saga, tanto por los seguidores acérrimos como por los eventuales. Y lo es porque en ella el humor es la clave para darnos su visión sobre esta competición internacional. Además, fue la tercera entrega de las adaptaciones de los cómics de Goscinny y Uderzo en imagen real.
El Adivino (1972)
Este cómic es un claro ejemplo de cómo la pareja de artistas utilizó también a estos personajes y sus historias para hacer homenajes personales a artistas de otra época. Si destacamos este es por el homenaje a La lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp, cuadro de Rembrandt.
Obélix y compañía (1976)
El penúltimo álbum realizado por ambos ya que Goscinny falleció en 1977 mientras hacían el que sería el último de la serie: Astérix en Bélgica. En Obélix y compañía sus personajes nos enseñan economía y nos explican la ley de la oferta y la demanda, a través de lo que comercializa Obélix.
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