Conocemos bien la historia del narcotraficante. Numerosas producciones de cine y televisión han ilustrado la vida del bandido en contextos donde se habla de sus motivaciones y su efímero éxito. Sin embargo, Caracol Televisión le apostó a una historia que, desde la comedia, cuenta lo que sucede cuando un «bandido» decide dejar atrás su vida de ilegalidad.
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Diego Vásquez interpreta a Emilio de Jesús Ortega, un hombre casado con Milena (Carolina Acevedo), que luego de un pasar cinco años en la cárcel y sufrir un accidente se da cuenta que debe empezar de nuevo, y debe convertirse en un hombre bueno. «La palabra para describir esta historia es redención», cuenta Vásquez, quien interpreta a este personaje en su eterna intención de cambio, que a veces se le presenta como un obstáculo difícil de superar. «No solo por un acto de volver a la vida, sino por el acto de resarcir los errores de un pasado. Eso implica asumir muchas cosas que se pueden convertir en una carga absolutamente dolorosa para el personaje, pero que a la vez lo llevan a situaciones muy cómicas. Este hombre siempre está en ese conflicto de cumplir su palabra».
Aun así, para este actor su personaje es tan humano como cualquiera, a pesar de que sus acciones son reprochables y su pasado, tormentoso. «Definitivamente, ser correcto es más difícil que ser corrupto. Es fácil sentirse atraído por el ‘dinero fácil’. En esta propuesta todas las veces hay un dilema presente, la tentación de hacer una o dos llamadas y arreglar un problema, pero abstenerse porque hay una promesa de cambio». Este valor agregado es para Vásquez la razón por la que invita a ver la historia. Para él, hace rato faltaba una historia así entre las producciones nacionales. «Creo que en Colombia nos hacía falta una historia que hablara de eso porque ya sabemos cómo ha sido la vida de los que cayeron en eso y la de los que nos convirtieron en un país mal nombrado».
Pero los retos de Ortega se verán en muchos otros aspectos de su vida, por ejemplo, en su intención de serle fiel a su esposa mientras Natalia Peralta, la abogada penalista que lo defiende en el primer caso de asesinato donde está involucrado, se enamora de él. Inicialmente, la culpa es suya, pues él la sedujo primero. Pero ahora será ella quien se obsesione con ser su amante. «A ella le parece él como un animal exótico, como alguien que puede sumar a su colección», cuenta Norma Nivia, quien interpreta a Natalia. «Es un juego ‘inocente’, y cuando él ya decide cambiar a Natalia no le parece bien, pues termina dándose cuenta de que está enamorada. Se le convierte en una obsesión».
El terco interés de ‘Natalia’ es tal, que él se verá muchas veces entre la espada y la pared. No puede discutir con su abogada, la que ha llevado su caso todos estos años, pero tampoco quiere caer en la tentación de serle infiel a su esposa. «En esta comedia, ella es una piedra en el zapato para él, más que para la otra mujer. Ella está ahí siendo terca, y es muy chistoso porque me permitió jugar con eso e invadir su espacio, ser acaparadora. Diego es muy alto, entonces yo era la única que, por estatura, podía ponerlo en una situación así de incómoda», cuenta Norma Nivia.
El valor de la palabra
Para Diego Vásquez, esta historia colombiana invita a una reflexión sobre «el valor de la palabra» y «el verdadero significado de desafiar un pasado y poder cumplir algo en un país como este, donde la dignidad no tiene valor y a la gente no le importa vender el nombre de su familia por avaricia». De igual manera, este actor considera que «el humor puede ser un planteamiento curativo» porque se da cuando las cosas ya han sucedido y permite curar y reconocer errores. «Así podemos darnos cuenta de lo mucho que ganamos al hacer las cosas bien», finaliza.
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