El festival de electrónica celebró sus primeros cinco años con sus cuatro escenarios llenos en el Club Bellavista de Colsubsidio el día de ayer, 18 de mayo. Con récord de asistencia, así se vivió la 5ª edición del Baum Festival 2019.
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Desde las 2 de la tarde llegaban personas dispuestas a dejarlo todo en la fiesta, personas que, ya en la noche, sumaban los 17.000 asistentes con los que el Baum festival batió récord este año. De hecho, desde el pasado lunes 12 de mayo, faltando casi una semana para el evento, se conoció que todas las boletas estaban agotadas. Un dolor de cabeza para quienes no pudieron adquirirla antes, y una satisfacción para quienes la aseguraron desde que salieron a la venta, hace un par de meses.
En los cuatro escenarios (Main stage, Baum, Páramo y NÓTT), artistas nacionales e internacionales llenaron el festival de techno y house para todos los gustos.
El escenario principal (Main) se llenó totalmente con la llegada de Boris Brejcha a las 9:00 p.m. El DJ alemán le cumplió a su fanaticada, distingible por las máscaras que muchos llevaron para recibir al artista conocido, entre otras cosas, por la máscara de arlequín que usa para tocar en vivo.
La cifra: 34 artistas tuvo este año el Baum Festival
A esta misma tarima se subió después Black Madonna, DJ de la que hubo algunas opiniones encontradas, pues después de Boris Brejcha el público quería más sonidos techno, mientras que la propuesta de la estadounidense es mucho más house.
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Sin embargo, hacia el final de su show los ánimos subieron de nuevo, y todo estaba listo para uno de los grandes nombres de la noche. Jeff Mills, DJ originario de Detroit (EE. UU.), una leyenda viva del techno, que mantuvo al público bailando fascinado con su show de luces láser hasta el cierre del escenario, a las 3:00 a.m.
Este año, una de las grandes novedades fue la carpa de NÓTT, desde la cual artistas como Julianna, Marea y Sofía Mejía, entre otras, tuvieron un espacio donde pudieron dar rienda suelta a sus propuestas electrónicas, con un trasfondo de empoderamiento femenino luego de que el festival anunciara que este sería uno de los pilares de este año para su lineup, el cual fue conformado en un 41% por mujeres (14 de 34).
En el escenario Baum, una de las sorpresas de la noche fue el DJ inglés Sigha (James Sigha), quien recibió a un público emocionado con el dance de la rusa Anastasia Kristensen. Esta franja calentó la noche en el momento en que la lluvia invitó a todos a refugiarse y buscar calor humano en medio del baile. Para quienes se quedaron en este escenario, el alemán Rødhåd y el holandés Bart Skills pusieron a prueba la resistencia de los fieles con una buena dosis de techno y dance para terminar la noche.
Para los que buscaban fusiones, sonidos tropicales y propuestas más variadas estaba el escenario Páramo, donde el chileno Matías Aguayo cantó y bailó entre la gente con sus canciones llenas de picardía, y la DJ de Países Bajos, Steffi, le cumplió a quienes se alistaron desde temprano para buscar un lugar adelante, y no perderse de la magia de sus decks.
Con la propuesta de este año desde ya se genera expectativa por lo que se podrá ver el año que viene, así como el Baum Tatacoa, versión veraniega del festival en la ciudad de Neiva para el mes de octubre.
Por mejorar
A pesar de que la fiesta estuvo en su punto y muchos le agradecieron al festival por otro año de electrónica al por mayor, la organización del festival todavía puede mejorar las dinámicas de salida del lugar. Esto, ya que la señalización no era clara, y el peregrinaje para encontrar transporte de salida fue poco memorable para algunos.
De igual manera, se podrían disponer más espacios para tomar asiento en caso de lluvias, pues las carpas de los escenarios estaban totalmente llenas, y muchos tuvieron que escuchar a los artistas afuera de los mismos bajo la lluvia con algo de resignación.
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