El festival abrió sus puertas desde las tres de la tarde. Desde temprano muchos habían emprendido el camino hasta el Campo de Golf Briceño 18, que en la tarde brillaba bajo el sol y unos 18 º C.
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Los primeros bombos que hicieron eco en el lugar fueron los de los argentinos Silvina Moreno y Usted Señálemelo. Mientras tanto, muchos se paseaban por las diferentes actividades del Picnic, como el Hippie Market, y un par de atracciones mecánicas donde las filas se fueron haciendo más largas a medida que avanzaba la tarde.
El rock garage resonó con The Kitsch, y luego hubo espacio para el baile con la cantante Mabiland. Ovacionados salieron los Alkolyrikoz de su presentación en el escenario Tigo, mientras Ha$lopablito tocaba en simultáneo en la carpa Axe.
Hacia las 8:00 p.m. el turno era para el rock, y los pesos pesados. Interpol hizo saltar al público con lo nuevo de su EP, A Fine Mess, y las voces corearon canciones como All the rage back home, Evil y Rosemary. La energía era ideal para Twenty One Pilots, que llegó como una sacudida al escenario.
La cifra: 25.000 asistentes en el primer día de Estéreo Picnic 2019, y 21.000 conectadas vía streaming
No sería una exageración decir que el dúo de Ohio (EE. UU.) está escribiendo su historia a ritmo de batería. Con su show se catapulta como una de las grandes de esta época, digna de ver una y otra vez gracias a su propuesta rock-rap, su interacción con el público, y el elemento sorpresa, siempre presente en su presentación. Dignos headliners para un décimo aniversario, los Pilots conquistaron nuevos fans, y sellaron el compromiso con los que ya tenían.
Pero ahí no terminaba la noche, pues Kendrick Lamar se subió al escenario con su preludio de su alter ego Kung-fu Kenny y explotó los parlantes con su DNA, y varias canciones del aclamado DAMN., el álbum que lo terminó de llevar a la cima de las listas musicales.
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Aun así, el rapero repasó clásicos como Money Trees y Swimming Pools, e hizo reír al público con la estética de videojuego de sus interludios con el Kung-fu Kenny. La noche terminó, como sus fans querían, con Humble y All the stars, banda sonora de Black Panther.
Los que aún querían algo más de fiesta se encontraron todos en el escenario AXE, bajo la hipnotizante electrónica de Jon Hopkins para cerrar la noche bailando.
¿Pasó la prueba el nuevo lugar?
Si bien es cierto que tomaba más tiempo llegar al Campo de Golf Briceño 18, el lugar ofrecía más amplitud, y esto quiere decir que las zonas de comida, por ejemplo, no se llenaban como en años pasados.
La entrada es una caminata de al menos 20 minutos hasta los primeros filtros, y hay que enfrentarse al barro. Aun así, la llegada y salida al festival estuvieron más descongestionadas que en años pasados.
También, otro punto a destacar es que el festival mejoró en la iluminación y señalización del lugar, aunque de entrada no es tan fácil identificar dónde quedan ubicados los escenarios.
Como siempre, la recomendación es llegar con tiempo al artista que se quiera ver. Es decir, que si usted quiere ver una presentación a las 6:00 p. m., debe calcular al menos una hora de tráfico en Bogotá según el lugar donde se encuentre, otra media hora llegando a Briceño, y los restantes 30 minutos para entrar al festival.
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