Gary Lightbody, vocalista de la banda conformada por Paul Wilson, Jonny Quinn, Nathan Connolly y Tom Simpson le contó a PUBLIMETRO todo lo que pasó en los últimos siete años de silencio, (la banda estuvo casi inactiva desde 2012), y el álbum que quedó como resultado de su reencuentro, Wildness.
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Tendremos un show acústico en Bogotá, ¿qué podemos esperar de esta presentación?
Cuando decimos que es acústico es algo un poco diferente. No es acústico en el sentido de que el público esté sentado y callado; sigue siendo un show para rockeros. Es un show completo, solo que se basará en lo acústico, no es de ninguna manera algo melancólico o suave, es un show grande.
También visitarán otros países latinoamericanos, como México. ¿Cómo es la relación que tiene Snow Patrol con las audiencias hispanoparlantes?
¡Nos vamos a divertir mucho! Nos encanta ir, los públicos son muy parecidos a los de nuestro país, siempre dispuestos y felices, es gente que canta, baila… se mueve. Me siento en casa cuando voy a Latinoamérica.
La banda se tomó un descanso desde 2012 y algunos de ustedes siguieron con sus proyectos personales, pero, ¿qué más pasó durante esa pausa?
Sí, el plan era tomarnos 2013 para hacer lo que quisiéramos. Yo regresé con Tired Pony, que es otra banda en la que también estoy, Nathan [Connolly] comenzó otra llamada Little Matador, Jonny Quinn abrió una editorial y Paul [Wilson] y Tom [Simpson] colaboraron con otros artistas. Yo hice un poco de eso también. El plan era volver al estudio en 2014 y hacer un álbum (Wildness, 2018), y nunca pensamos que tomaría demasiado tiempo (risas). Desafortunadamente eso no pasó. Habían muchos factores en juego. Yo no me di cuenta en ese momento, pero estaba bebiendo demasiado y no estaba pensando en el álbum, me tomó un tiempo estar sobrio y despejar mi mente. Luego la escritura se volvió más fácil y las cosas empezaron a suceder más rápido. El álbum en realidad no se tardó mucho, pero las pausas hacen parecer que fue un largo rato (risas). A nosotros como banda nos costó tener éxito al comienzo, y luego vino una oleada de mucho éxito por casi nueve años, así que estábamos cansados y nunca tuvimos el tiempo para lidiar de verdad con lo que viene después. Yo también tenía que descifrar mi vida (risas). Volvimos más fuertes, más felices, conectados entre nosotros. Fue un tiempo largo, sobre todo para los fans, pero era el tiempo que necesitábamos para sacar adelante el álbum.
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Wildness describe parte de ese cambio que usted tuvo que hacer…
Sí. Algunas de las canciones hablan de algunas de las cosas que han pasado, incluso desde mi infancia. Algunas veces toma un tiempo largo admitir lo que pasa con tu salud mental, pero no creo que el disco se enfoque mucho en eso. Creo que es muy positivo; es un álbum lleno de esperanza, de dicha. Habla de cosas difíciles, pero no creo que sea esa su cúspide. No quiero que sientan que les estoy poniendo todos mis problemas ahí, algunos simplemente solo pueden ser resueltos por mí (risas).
Usted ha dicho que Life on Earth es similar a Chasing Cars (2006) porque muchos se sienten identificados con ella, cuéntenos más de esta nueva canción y su similitud al clásico
Bueno, pues es la canción más difícil que he escrito. Es chistoso ese contraste directo porque Chasing Cars la escribí la misma noche que escribí otras diez canciones, en un espacio de dos horas. Para empezar, Life on Earth la escribí en cinco años. Hay gente que me dice que mi vida es muy fácil, ¡y yo lo sé! Sé que es así si me comparo con muchas otras personas del planeta. Pero digo que es difícil, porque aunque escribir canciones es un talento que tengo, es una canción que tuve que revisitar muchas veces. La música de esa canción es sencilla y no tomó mucho tiempo, pero lo difícil fue la letra y la melodía vocal, aunque creo ser bueno en eso también (risas). La rehice muchas veces, y tengo un libro completo de letras que escribí tratando de hacer la letra de Life on earth. Fue la canción que me hizo pensar que debería abandonar la composición para siempre. Fueron cinco malditos años, cuando por fin la terminé sentí que había pasado por una galvanización, un sentimiento triunfal de haber pasado por esto. La canción me rompió en pedazos y luego me sanó.
Luego de hablar sobre lo que significó esta canción, ¿cómo describiría el álbum que la contiene, Wildness?
(Risas), es complicado. Creo que es el disco mejor escrito que hemos creado. Es un disco apasionado, feroz, quizás demasiado. Trata de ser valiente, aunque teme. Se contradice. Nunca he estado tan orgulloso de un disco como lo estoy de este. Si este disco fuera una persona, sería el chico que va a Harvard (risas). Le tengo afecto. No quiere decir que no le tenga afecto a otro, pero este es el nuevo. Todo el tiempo y esfuerzo que nos tomó lo hacen especial, no habrá otro disco como este, además ya probamos la paciencia de los fans una vez, no lo haremos de nuevo.
Muchas bandas, al reunirse después de periodos largos de separación, se dan cuenta que hay todavía más sinergia entre cada miembro, ¿se sintieron así?
Sí, ciertamente fue así. Cuando volvimos propiamente al estudio a comienzos de 2017 (el álbum salió en mayo de 2018) estábamos muy emocionados. Somos amigos, pasamos mucho tiempo juntos trabajando, pero igual nos emociona volver a vernos. En este álbum se nota que cada uno estaba en lo suyo. La batería, por ejemplo, está a otro nivel. Es de lo mejor que ha tocado Jonny. Todos sacaron sus mejores cartas y creo que nos aplica la frase cliché de que la ausencia hace crecer el cariño nos encaja. Todo se siente más especial, no sentíamos ni siquiera cansancio por tanta emoción.
Para terminar, ¿qué mensaje le daría a sus fans?
Quiero darles las gracias, nos fuimos por mucho tiempo. A los fans de siempre y a los nuevos, los que apenas se están enterando del álbum, los invito a escucharlo porque está muy divertido, bienvenidos. Nuestros shows procuran ser divertidos, y nuestros álbumes muy sentidos. Eso es lo único que importa.
