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Los ‘Tres escapularios’ de Felipe Aljure

Conocido por películas icónicas como ‘El colombian dream’ y ‘La gente de la universal’, el director se ha caracterizado por la experimentación técnica, estética y narrativa en sus películas. Ahora, regresa con esta historia que se pasea por la crudeza del relato con momentos de humor.

En esta historia, vemos a dos sicarios, ‘Nico’ y Lorena, contratados clandestinamente para matar a una ex militante guerrillera por haber delatado la ubicación de un campamento años atrás. Él es de una guerrilla urbana de Bogotá, mientras que ella es una exguerrillera sin familia y con un pasado violento. Juntos se enfrentan a una experiencia que los llevará a analizar el acto de matar dentro de sus propias vidas, sus motivaciones y sus más profundos secretos.

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La idea de la película nació hace algún tiempo en un viaje que Felipe Aljure (ahora también director artístico del FICCI) hizo a Pasto cuando las guerrillas dejaron de pedir «vacunas» en cada carretera del país. Tal como relató en el estreno de Tres Escapularios el pasado 3 de agosto, lo que le llamó la atención fue «La sensación de lejanía, ese nuevo país que estábamos empezando a poder visitar». También, el director explica que, de alguna forma, «la Colombia recóndita» es un tema central en Tres escapularios.

Esta historia se rodó con un equipo pequeño de producción (apenas 12 personas) en Tierra Bomba (Cartagena) donde la belleza del paisaje contrasta con la pobreza, y más en esta historia cargada de fuertes escenas. Pero, más que el paisaje, lo que se roba la atención en Tres escapularios es la actuación de cuatro caras nuevas: Isabel Jiménez González, Mauricio Flórez Cano y Karen Gaviria.

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«Este fue un proceso de casting muy cerrado, muy perfilados los actores. Tenían que ser grandes actores, extraordinarios. Si no tuvieran esa formación teatral profunda y ese compromiso habría sido muy difícil cargar en cuatro actores y en sus diálogos todo el drama de la película, pero también era importante que fueran desconocidos. Ellos se volverán conocidos porque tienen talento de sobra. En este momento en particular nos parecía importante que la gente no los reconociera y que viera las estadísticas ya no como una cara anónima, queríamos que la cámara se metiera en la vida de ese combatiente anónimo. Los comandantes eran los que figuraban en las noticias, los guerrilleros dados de baja no. Eran un número, aquí les pusimos cara y eso era muy importante», contó Aljure.

El papel de Lorena (Isabel Jiménez) es una fuerza constante en la historia. Una mujer que, rara vez se muestra con debilidades, y que lleva sobre sus hombros el peso de su propia vida a pesar de ser una mujer joven. «Tal vez ella habría querido ser normal, y por sus circunstancias, su momento histórico y el lugar donde le tocó nacer, además de lo que nos cuenta sobre su familia, termina siendo quien es. Es más probable que su personaje sea lo que siempre fue, y no que se haya convertido en otra cosa», detalla el director.

Metáforas y escapularios

Hay tres temas en esta cinta que de alguna forma le dan color a la narración. El primero, es el futuro y la idea de cambio, incluso en las vidas de las personas para quienes la violencia ha hecho parte de su ADN, y así lo explica Aljure. «La película tiene eso, una dosis de esperanza, vemos a una especie de familia y un futuro posible para el país. Es una película que cuenta el drama pero no nos deja olvidar. Hay un optimismo pero también quisimos recordarle al público que hay un problema latente».

En segundo lugar, los escapularios no son solo un título, pues están presentes en todas las ironías de la película y en la infaltable relación entre superstición y la vida al margen de la ley, tal como comenta el director. «Siempre el tema de religión y sicariato iban de la mano porque hay un temor enorme de las personas que por alguna circunstancia en particular terminan ejecutando un crimen por pedido. Entonces, esas personas elaboran formas de protegerse y en un país católico como el nuestro los escapularios han sido eso históricamente. En la literatura y en las películas hemos hecho comentario sobre ese apego religioso y esa gran contradicción».

Por último, un tema que no podía pasar desapercibido en Tres escapularios es la relación con la vida y la muerte, en el que los humanos y los animales se rinden ante sus instintos, pues, en palabras de Aljure, «en la película hay vida y muerte en diferentes momentos y quisimos mostrar la animalidad humana en diferentes planos».

La cinta estrena el 23 de agosto.

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