Nos conocimos con Fanny desde que ella estaba en el TEC, Teatro Experimental de Cali. Al comienzo sabíamos quién era quién, pero no éramos muy cercanas. Sin embargo, nos hicimos buenas amigas a finales de la década del 70.
Era una amiga generosa, solidaria, divertida, y a veces, era bastante pegajosa (risas). Como todos los seres humanos tenía sus momentos, aquellos en los que estaba molesta o en los que simplemente quería estar sola.
Fanny creó no solamente unos espacios físicos, sino también una necesidad del público por ir a ver teatro. Sin duda, el Festival Iberoamericano es una muestra de ello. Un evento que creció poco a poco y que también se fue haciendo más robusto, en cuanto a actores, directores, pero sobre todo, por espectadores.
Recomendados
“Somos mejores”: Marcelo Cezán recibió emotiva sorpresa de su esposa por su aniversario de bodas
Epa Colombia no escatimó en gastos para ponerle los primeros ‘areticos’ a su bebé
Sebastián Carvajal, protagonista de ‘Enfermeras’, asomó posible trabajo actoral en México
Pero su legado no tiene que ver con el público, también con quienes trabajan en esto, y es que sin duda fue una mujer que elevó el estatus de las personas que nos dedicamos al teatro y que nos dio un nombre y un lugar en nuestro país.
Fue una luchadora incansable, con una voluntad de hierro, perseverante hasta más no poder y con coraje para enfrentar todo tipo de adversidades.
MÁS DEL ESPECIAL DE FANNY MIKEY AQUÍ
También le puede interesar