Después de que su esposa muere en un accidente, Kjetil, un noruego que trabaja en altamar queda solo con Daniel, su hijo de seis años adoptado en Colombia. Inicialmente parece que Kjetil logra sobrellevar su situación, pero en realidad está luchando con sentimientos encontrados. Desesperado, decide viajar con Daniel a Colombia para encontrar su madre biológica. Con la ayuda de Tavo (Marlon Moreno), su guía en Bogotá, emprenderá la búsqueda, pero realmente tiene la intención de dejar a Daniel en Colombia para siempre, con la esperanza de que tenga una vida más feliz. Varias circunstancias harán que Kjetil reconsidere su relación con Daniel y tome la decisión correcta, así no sea la más fácil. PUBLIMETRO habló con Marlon Moreno sobre su papel en esta producción colombo-noruega.
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Háblenos de su personaje en Regreso a casa, ¿en qué aspectos se identifica con él?
Tavo refleja al colombiano luchador, batallador, honesto, noble, buena persona y echado pa’ lante para quien la familia y los principios son lo más importante. Es un personaje que creo que refleja muy bien el espíritu solidario de nuestro país. Un hombre que sin tener esposa o hijos es responsable de una hermosa familia compuesta por su madre, hermana y sobrina. De hecho, su amor por la familia lo llevará a ser la conciencia de Kjetil, el protagonista de la historia, quien busca el sentido de su vida al verse viudo y con un hijo adoptado a quien apenas conoce.
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¿Se inspiró en alguien o en algo para darle vida a Tavo?
La historia, el guión, está tan bien escrito que solo fue leerlo muchas veces y dejarme permear por cada una de las situaciones. Tavo es de esos personajes que son un bocado de Cardenal para cualquier actor, una delicia de interpretar.
«Es un personaje que creo que refleja muy bien el espíritu solidario de nuestro país».
Entre todas las situaciones emotivas de esta película, ¿cuál fue la que más lo conmovió?
Creo que la escena final del personaje, cuando se encuentran reunidos Kjetil, Victoria (la hermana de Tavo, personaje interpretado magistralmente por Patricia Castañeda) y Tavo, lógicamente. En ella se decide el futuro del niño .
Para uno como colombiano siempre es refrescante ver la mirada de alguien que de cierta forma está descubriendo el país. ¿Tuvo una sensación parecida al ver la película?
Fue una experiencia muy placentera porque creo que nos descubrimos mutuamente; la cultura nórdica es muy poco conocida para nosotros. Estar en el set con todo el equipo de Noruega fue un aprendizaje maravilloso; aprendizaje en el que día tras día experimentamos un intercambio de conocimientos; entender que al final de cuentas somos lo mismo: seres humanos con miedos, esperanzas, deseos de ser felices. Ahora, eso sí, con unas condiciones de vida diferentes pero con la misma necesidad de amor, que viene a ser lo más importante.
¿Cómo fue el trabajo con Andresen? ¿En qué se diferencia de otros directores?
Solo tengo admiración, respeto y cariño para este gran director; trabajaría cientos de veces con él. Tiene una sensibilidad que puede impresionar; ha sido uno de los directores que más me ha exigido. Creo que cada escena la hicimos con diez intenciones diferentes; fue estar abierto a múltiples opciones para enfrentar cada escena . Disfruté cada momento de principio a fin mi colaboración con Arild en esta preciosa película.
Este es un proyecto totalmente diferente a lo que tuvo que hacer en Sitiados, ¿cómo se acostumbra a ese cambio frecuente de escenarios?
De las características más de fascinantes de ser actor, es una sensación única intentar ingresar a la psiquis de cada personaje. Entre muchas cosas, esa es una de las razones por las que soy un apasionado de mi oficio, del oficio de actuar.