La serie, basada en un cómic que lleva el mismo nombre, se centra en la vida de Lucifer Morningstar (Tom Ellis), un apuesto y encantador personaje apasionado por el vino, las mujeres y la música, quien, luego de gobernar el inframundo, asciende a la tierra de los vivos, sintiéndose inmediatamente a gusto en Los Ángeles, por lo que decide abrir un club nocturno en la ciudad. El inesperado asesinato de una estrella pop fuera de su bar despierta algo profundo en él, y lo hace cuestionarse sobre sus sentimientos hacia la humanidad.
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Lucifer es una serie que combina drama, comedia, y fantasía en una historia con tintes de novela policiaca. Tom Ellis es el protagonista de esta historia, y PUBLIMETRO habló con él durante una rueda de prensa con varios medios internacionales sobre los retos de encarnar el mal en su versión mundana.
¿Por qué humanizar a Lucifer?
Creo que esa es la gracia de la historia, es el personaje con menos redención en la historia. Pensamos que sería interesante contar la historia desde la perspectiva del diablo, que ya no quiere serlo y quiere ser reconocido como un hombre bueno. Su experiencia interactuando con la humanidad es un proceso de aprendizaje, pero creo que es una manera muy interesante de contar la historia.
¿En qué momento sintió que este papel era para usted?
Cuando leí el guión sentí que este era el tipo de trabajos que quería hacer en la pantalla. Principalmente porque hay una sensibilidad de este personaje que me atrajo, además de que tiene una confianza muy particular en sí mismo. Soy una persona más bien solitaria, y varios de mis amigos me dijeron que este papel era perfecto para mí (risas). Soy alguien que en la vida real no se toma demasiado en serio a sí mismo, es decir, me tomo mi familia y mi trabajo muy en serio, pero no a mí mismo. Y hubo algo en Lucifer que me atrajo porque no se queda solo en el drama sino que conecta a las personas completamente.
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¿Cómo se preparó para interpretar a Lucifer?
Muchas veces para muchos trabajos, no solo este, utilizo la música como parte de mi preparación. Me gusta usarla para encontrar el tono, la actitud general del personaje, a veces escucho la banda sonora para imaginarme cómo actuaría la persona, o qué música les gusta. Eso me ayuda a tener una idea del personaje. Creo que con Lucifer es fácil que algunas personas lo relacionen con un sex symbol, porque siempre es sexy cuando una persona sabe lo que quiere. No me molesta que la gente lo vea así, no voy a renegar si me dicen que lo soy (risas).
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¿Cómo ha cambiado Lucifer a medida que crea más y más relaciones humanas?
Creo que en la serie no solo se trata de Lucifer encontrando su identidad, sino que de alguna forma todos los personajes están tratando de conocerse a sí mismos. Hay temas que todos tienen en común, y que Lucifer también comienza a involucrarse con cuestiones que preocupan a toda la humanidad, como la muerte, el saber de dónde venimos. Está atrapado en esta forma física en la que tiene alas, y no sabe de dónde vinieron, o qué hacer con ellas. La única forma que encuentra para lidiar con ellas es pretender que no están ahí.
Interpretar a un personaje tan popular es todo un reto, ¿qué enseñanzas le ha dejado en su vida personal?
Creo que nunca pensé en el diablo dentro de un contexto como este, nunca pensé en lo que pasaría si el diablo no estuviera contento de ser lo que es. Creo que es una historia muy humana, es casi básica, y eso la hace diferente a todas las interpretaciones sobrenaturales que se suelen hacer del tema. Cuando en una serie las relaciones son tan humanas, el público se puede identificar. Así que eso es lo que he aprendido, una vez que dejamos de lado las creencias sobrenaturales podemos encontrar lo que es verdaderamente humano.
«Creo que nunca me he sentido cómodo con este papel, porque siempre está retándome, y eso es algo muy bueno para mí.»
¿Usted en su vida personal cree en los ángeles, los demonios y este tipo de cosas?
Bueno, es algo que siempre me he preguntado. Mi educación al crecer nunca estuvo enfocada en la existencia de demonios o del infierno, sino en el lado bueno del cristianismo; el amor, el perdón, la paz, la amabilidad… eso es en lo que me enfoco dentro de mis creencias. Creo que las cosas que hablan de la división entre el cielo y el infierno son temas en los que, la verdad, no creo.
¿Cómo tomó su familia la idea de ser Lucifer? sabiendo que son muy religiosos.
Bueno, pues ellos siempre me han apoyado mucho en lo que hago. Estaban emocionados cuando obtuve el rol y lo vieron como algo que para mí es un reto entretenido.
Ya nos dijo que la música le ayuda a inspirarse, ¿se basó también en alguna otra actuación famosa para este papel?
Hay un par de personajes que siempre me gusta ver por la manera en que interpretan. Eric Bana (Hulk), por ejemplo, es alguien que siempre he respetado por su altura, su estilo y la manera en que habla, y eso me dio elementos para mi propio personaje. También hay un poquito de Mick Jagger, por el swag, ahí es donde encontramos a Lucifer.
¿Qué es lo que más le gusta de su personaje?
Me gustan muchas cosas. Además de los momentos de tensión y drama, creo que nunca me he sentido cómodo con este papel, porque siempre está retándome, y eso es algo muy bueno para mí.