‘Samuel’, ‘Joaquín’ y ‘Marcos’ son tres amigos y adultos mayores que se enfrentan al inevitable paso del tiempo, pasando sus días en clubes de ajedrez, cafés y una relojería. Se han acostumbrado a lo que tienen, pero no son felices. ¿Se puede cambiar la vida que ya se tiene estructurada de la noche a la mañana? Así se desarrolla, La defensa del dragón, ópera prima de la directora colombiana Natalia Santa que fue estrenada hace poco en nuestro país.
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‘Samuel’ de 53 años es un ajedrecista que vive de apostar en algunas partidas. Por su parte, ‘Marcos’ es un homeópata español que quiere buscar la fórmula para ganar en el póquer. Finalmente este trío lo cierra ‘Joaquín’ de 65 años, un relojero que está a punto de perder el taller que heredó de su padre.
“‘Joaquín’, desde mi punto de vista, es un condenado a volverse el guardián de un lugar que no lo apasiona, que no lo llena. Yo creo que en cierto momento de la vida todos los seres humanos nos hemos sentado a pensar qué queremos ser en un futuro y hacia dónde deseamos ir. Tristemente, la vida muchas veces nos impone lo que debemos hacer y ese es el caso de este hombre”, le contó a Publimetro el actor Hernán Méndez, y quien le da vida a este personaje.
Nunca es tarde para apostar al cambio, es una de las grandes enseñanzas que deja esta cinta. Justamente, para el actor, ‘Joaquín’ es uno de los primeros en darse cuenta que nunca es tarde para una transformación física, mental y espiritual.
“Con la cinta también quisimos registrar una Bogotá que está a punto de desaparecer, y nos enfocamos especialmente en el sector del centro entre la calle 19 y la calle 26. Si se fijan, la película solo se desarrolla en esa franja de espacio”, Hernán Méndez, ‘Joaquín’ en La defensa del dragón.
“Es gracias al encuentro que tiene con su yerno que este personaje comprende que los relojes pueden desaparecer, pero el tiempo sigue corriendo, para él y para todos”.
La defensa del dragón se estrenó a nivel mundial en La Quincena de Realizadores de Cannes, y desde entonces ha recorrido varios festivales internacionales antes de su lanzamiento en el país.
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Para Hernán la razón de su éxito se debe a que “Natalia logra entretejer a la perfección tres vidas, tan semejantes, pero a la vez tan distantes. Porque finalmente allí podemos entender que cada ser humano es una isla flotante que siempre necesita buscar señales de vida en las otras islas, y eso se puede ver a través de la amistad”.
Esta película está inspirada en una serie de fotografías del bogotano Iván Herrera. En diferentes imágenes, Herrera plasmó la vida de los ciudadanos anónimos, lo cual llamó la atención de Natalia.
En el rodaje que duró cinco semanas y que se realizó a mediados de 2016, también hizo parte Iván Herrera, junto a otro fotógrafo, Nicolás Ordoñez. Su objetivo fue registrar de un modo más cercano a la realidad, los sitios en los que transcurre esta historia.
“Creo que eso también hace parte del éxito de esta película. Pues considero que Natalia logró captar a la perfección cada uno de los relatos que vio en las diferentes imágenes y reflejarlos a través del guion y la dirección”.
Sumado a lo anterior, esta cinta es también un homenaje a la Bogotá tradicional, esa que se ha perdido lentamente, pero que queda en el recuerdo de nuestros abuelos.
Luego de su lanzamiento en Colombia, La defensa del dragón hará parte del vigésimo primer Festival de Cine de Lima, que iniciará el próximo 4 de agosto, y que se convertirá en su estreno latinoamericano.
‘Samuel’, ‘Joaquín’ y ‘Marcos’, son esos amigos de toda la vida, que pasan sus días en el centro de Bogotá, entre el club de ajedrez Lasker, el Casino Caribe y el café La Normanda.
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