Jonathan Demme, director de The Silence of the Lambs, película que le valió un Óscar, murió en Nueva York a los 73 años por complicaciones derivadas de un cáncer de esófago.
PUBLICIDAD
El cineasta, que también padecía del corazón, recibió tratamiento contra el cáncer en 2010 pero sufrió una recaída en 2015 y su estado de salud se deterioró en las últimas semanas, según explicó una fuente cercana a su familia.
El drama sobre el sida Philadelphia, protagonizada por Tom Hanks, Denzel Washington y el español Antonio Banderas, figura entre sus trabajos más recordados, al igual que el The Manchurian Candidate» y la romántica Rachel Getting Married, con Anne Hathaway.
Su carrera como cineasta arrancó a comienzos de la década de 1970 con la cinta Angels Hard as They Come, una producción de Roger Corman, aunque los trabajos que realmente le colocaron en el radar de Hollywood llegaron en los 80 con Melvin and Howard, Swing Shift, con Kurt Russell y Goldie Hawn, y las comedias Something Wild, con Jeff Daniels y Melanie Griffith, y Married to the Mob, protagonizada por Michelle Pfeiffer y Alec Baldwin.
Al mismo tiempo, mantuvo activa su vena documentalista, una de sus grandes pasiones, especialmente recordada por su obra sobre Talking Heads Stop Making Sense, además de sus tres trabajos centrados en la figura de Neil Young.
Recientemente, Demme dirigió a Meryl Streep en la comedia Ricki and the Flash (2015) y se puso tras las cámaras en el concierto documental Justin Timberlake + The Tennessee Kids (2016).
Demme se casó en dos ocasiones. Primero con Evelyn Purcell, y tras su divorcio, contrajo matrimonio con Joanne Howard, con la que tuvo tres hijos.