Joven, guapo y exitoso, Maluma es el último fenómeno musical del otro lado del Atlántico, un artista «ambicioso» al que reclama Ricky Martin y que en solo cuatro años de carrera acumula nominaciones, éxitos y 40 millones de seguidores en redes sociales. «Para mí solo el cielo es el límite», dice a Efe.
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«Intento mejorar cada día. No soy para nada mediocre», insiste este músico de 22 años que mañana inicia su primera gira por España con 7 conciertos y que compensa las altas aspiraciones de su discurso con una actitud sosegada y humilde frente al entrevistador.
Juan Luis Londoño (Medellín, 1994), más conocido como Maluma desde su debut con el disco «Magia» (2012), achaca todo su éxito «a la disciplina, a la perseverancia, a un gran equipo de trabajo, al apoyo de la disquera y a una familia estable».
A su familia le debe, de hecho, su pseudónimo artístico (que es resultado de las iniciales de los nombres de sus padres y de su hermana). También fueron ellos los primeros que lo apoyaron cuando, con una prometedora carrera como futbolista desde el colegio, anunció que quería grabar su primera canción.
«Fue como un amor a primera vista. Decidí que eso es lo que quería hacer durante toda mi vida», asegura este compositor de música urbana, inspirado por su compatriota Héctor Lavoe y por Justin Timberlake.
Balada, bachata y todo tipo de sonidos latinoamericanos fusionados se dan cita en su último disco, «Pretty boy, dirty boy» (2015), que lo alejan de la etiqueta del reguetón.
«No soy reguetonero. Me encanta, me he criado escuchándolo y tengo grandes amigos en el género, a los cuales admiro, pero yo prefiero que la gente a mí me identifique más por un movimiento que por un género, el movimiento de Maluma», indica.
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Afirma que son los fuertes valores familiares los que mantienen sus pies en el suelo, tras convertirse en el joven con mayor impacto en la música gracias a éxitos como «Borro cassette» (doble platino en España) o «La temperatura», nominaciones a los Grammy Latinos y distinciones como el MTV Millenial Award 2014.
Es, además, uno de los 50 famosos más bellos del mundo, según la revista People. «La imagen es importante, pero no primordial. ¿Cuántos artistas son los más grandes del mundo y no son guapos?», defiende Maluma, que posee su propia línea de ropa y reconoce, paradójicamente, que cuida mucho el apartado estético en su carrera.
No en vano, a este juez del programa de televisión «La Voz Kids» en Colombia le siguen 16,2 millones de personas en Instagram, la red de las imágenes.
«Estar pendiente de las redes sociales y de los comentarios de mis seguidores es uno de mis pocos vicios. A veces sí me hace sentir expuesto, pero trato de cuidarme y marcar un límite al mostrar mi vida personal», afirma.
Tampoco sus compañeros de profesión escapan a su influjo. Tras Thalía, con la que grabó «Desde esa noche», ahora es Ricky Martin el que ha solicitado su colaboración para impulsar el primer sencillo de su próximo trabajo, «Vente pa’ca».
«Estoy muy agradecido. Ricky siempre ha sido un referente para mí, no solo musical, sino como una persona espiritual», declara Londoño, que ha viajado recientemente a Tailandia siguiendo los pasos de su icono.
El Barclaycard Center, con todas las entradas vendidas, aguarda mañana su debut sobre el escenario en España. «No puedo creer cuántos kilómetros han viajado mis canciones», afirma el cantante, «muy feliz y sorprendido» con las muestras de cariño recibidas hace unas semanas en su primer viaje a este país.
Si le sobra algo de tiempo, quizás pueda pisar el césped del estadio Santiago Bernabéu. «Extraño mucho jugar fútbol», confiesa.
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