«Eventos como Smart Films nos demuestra, que cualquier persona, si tiene el deseo, puede hacer cine en Colombia», Yuri Vargas.
1016 cortos de 16 países, participaron en el Smart Films 2016.
En una fábrica de pan todos los empleados han perdido la cabeza debido a los abusos laborales. Con eso se encontrarán los espectadores que dediquen algunos minutos de su tiempo a Sangre y levadura, un corto que nace de una reunión de amigos que desde hace algunos meses viene trabajando en proyectos de teatro y audiovisuales.
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Y, ¿quiénes son los miembros de este grupo? Majida Issa, Yuri Vargas, Juan Pablo Urrego, Aldemar Correa, Jim Muñoz, Juana del Río, y Juan Carlos Mazo, director de este corto ganador en el Smart Films, festival colombiano donde se busca incentivar la realización de cine, pero a través de celulares.
“A Jim Muñoz se le ocurrió la idea de participar en el Smart Films, ya que era una buena manera de ver qué tan bien podíamos trabajar en equipo. La creación del cortometraje llevó cerca de dos meses, en las que se hizo una adaptación audiovisual, ya que su base era un texto que Juan Carlos Mazo había escrito para teatro en 2013”, dice la actriz Yuri Vargas.
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El corto dura cinco minutos, el tiempo reglamentario para participar en el festival y es un plano secuencia musical. “La historia se desarrolla en una fábrica de pan, que es obsoleta y llena de suciedad. Allí ya se han estado presentando varias situaciones problemáticas entre el supervisor y los empleados, que tendrá un macabro desenlace donde, como su nombre lo dice, la sangre se mezclará con la levadura”, asegura Juan Carlos Mazo.
Para llegar al resultado final, los actores estuvieron practicando los diálogos y movimientos varias veces por semana. El rodaje se realizó nueve veces hasta que encontraron el plano que deseaban.
“Lo que quisimos fue aprovecharnos de la versatilidad de los celulares, ya que son muy livianos, para realizar el plano secuencia y hacer sentir a los espectadores como si estuvieran viendo una obra de teatro, viviendo la historia en vivo y en directo”, agrega Yuri.
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En esta historia no existen los protagonistas, cada uno de los seis actores que hace parte de este cortometraje es importante.
“Yo creo que cada persona que ve los cinco minutos del corto se queda con la sensación de querer ver más y de paso dicen: “los personajes están locos”, afirma la actriz paisa. Muchas personas me han dicho que se trata de una producción al estilo Tim Burton. Con esto se pueden dar una idea de lo que verán”.
Sangre y levadura fue ganador de seis premios en el festival de Smart Films 2016, incluyendo Mejor cortometraje profesional.
“Estos espacios permiten explorar. Por ejemplo, muchos de los actores que participan en el corto vienen de hacer novelas y seriados, por lo que sus personajes deben ser naturales, semejantes a las personas que nos rodean en la cotidianidad. Aquí no habían reglas, así que nos fuimos por una actuación y un espacio surrealista, que no se puede abarcar tanto en la televisión y en el teatro”, concluyó Juan Camilo Mazo.
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