Ciro Guerra, después de ‘El Abrazo de la Serpiente’

Faciuni, evento creado para promover la producción cinematográfica realizada por estudiantes universitarios en Latinoamérica, tuvo un invitado de lujo en su primera edición colombiana, la cual se desarrolló en la Universidad Nacional. Ciro Guerra fue el encargado de conducir una máster class en la institución, que tuvo como enfoque el futuro del cine colombiano, donde el cineasta subrayó que “Colombia es un país que aún tiene muchas historias por contar”.

A pesar del asedio por parte del público que estaba reunido en el claustro educativo, el director de El abrazo de la serpiente –primera producción colombiana nominada a los Premios Óscar como Mejor Película Extranjera- habló con PUBLIMETRO sobre la industria que se ha venido desarrollando en el país, sus próximos proyectos, y sobre su relación con Cristina Gallego, su esposa, quien estuvo a cargo de la producción de la cinta que disputó una de las estatuillas otorgadas por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos.

¿Qué lo lleva a apostarle a las historias con raíces colombianas y latinoamericanas?

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Con las historias que ocurren aquí, la gente se puede identificar alrededor del mundo, porque estos relatos tienen elementos universales. Sin embargo, el hecho de que sucedan específicamente en Colombia, o que tengan nuestro contexto, las hace únicas, las convierte en algo mágico que la gente aún no ha visto.

¿Por qué cree que el cine colombiano está cautivando el mundo?

Hay miles de personas alrededor del mundo que están buscando cosas nuevas en la pantalla grande, porque precisamente están aburridas de los formatos actuales de las películas, pues muchas de ellas son iguales, o son secuelas o refritos de cintas que se hicieron hace 30 años. Siento que el cine colombiano, tiene la posibilidad de ofrecerle algo distinto a los espectadores, porque nuestro país está lleno de historias y de personajes, y de formas visuales de entender la vida de una manera muy única y original.

¿En qué está trabajando actualmente?

Estamos trabajando en una película que vamos a grabar el próximo año en La Guajira, y esperamos que salga en el 2018.

Pero también mencionó un proyecto con un Premio Nobel de la Literatura…

Así es. También hay un proyecto con un Premio Nobel. Eso es internacional, y está avanzando… Todavía no se ha anunciado, pero es en Hollywood.

Estuvo hace poco en la Universidad Nacional dando un máster class. ¿Se ha puesto en los zapatos de los estudiantes que tienen la oportunidad de escucharlo?

Yo me siento como uno de ellos, además me gusta participar en charlas de cineastas que admiro. El otro día tuve la oportunidad de estar en un máster class con el gran cineasta holandés Paul Verhoeven, y pues para mi fue una gran sensación. 

Usted tiene varios reconocimientos y premios a nivel internacional. ¿Ya se considera un experto en la producción cinematográfica?

Yo siento que hasta ahora estoy empezando, todavía me falta muchísimo por aprender (…) Lo importante es entender que uno nunca deja de ser un estudiante, y eso es lo bonito del cine… ¡Uno siempre tiene algo por aprender!

¿Cómo le cambió la vida después del boom mediático que causó su nominación a los Premios Óscar?

En lo personal, a mi no me cambió en nada… Me parece que sí cambió un poco la percepción, y afortunadamente se abrieron puertas   para que la película (El abrazo de la serpiente) fuera vista por más personas, y llegara a más mercados. 

Entonces, ¿cómo vio eso que sucedió?

Fue algo muy divertido. Lo veo como una experiencia más, pero no es la razón por la que hago cine, ni fue el objetivo que yo me propuse.

¿Cómo es su relación con Cristina al llegar a casa?

(Risas) El amor no solo es mutuo, sino que también es por el cine y por las posibilidades que tienen las historias. Para nosotros hablar de este tema es un gusto, vamos mucho al cine, discutimos las cintas que vemos, pero también compartimos con nuestras familias que son bastantes numerosas. Por otra parte, la cuestión de los proyectos la tratamos de mantener muy puntual, para abordarlos en los momentos de trabajo.

Ustedes, como pareja, ¿cómo ven el cine en su relación?

Nosotros no separamos el cine del trabajo, es decir, nosotros vemos esto como un placer, porque nos llena y nos da mucho gusto cuando lo hacemos o lo vemos.

¿Cuál es la magia de todo este mundo cinematográfico?

La capacidad de convertir la realidad en sueños, y de transformar dicha realidad para que nosotros la podamos ver con otros ojos, a través de otras miradas. Con el cine, se puede convertir el mundo en algo nuevo.

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