Solo estar ahí, interpretando la película, es extraordinario. Para un actor joven como yo, para la gente que ama las películas, Cannes es el más grande festival, pues es de los pocos que ven el cine como un arte. Aquí no se trata de celebridades. Para mi carrera, es el inicio de algo nuevo. Grabar ‘Cosmópolis’ me da la confianza que necesito para enfocarme en proyectos en los que realmente estoy interesado.
Tal vez no les interesa… hasta que su película es seleccionada. En Estados Unidos, Cannes tiene poco cubrimiento. Es más un evento de la industria del cine. En Londres el cubrimiento es gigantesco. Lo extraño es la cantidad de gente que aplaude las películas al final de las proyecciones. Vi la película ‘En el camino’, de Walter Salles, y quedé asombrado. En Estados Unidos la gente sale del teatro apenas aparecen los créditos de la película. Le pregunté a David: “¿Qué pasaría si las personas abuchean ‘Cosmópolis’? ¿Tenemos que seguir de pie durante 20 minutos?”.
Cierto. La semana pasada mi agente me preguntó si estaba listo para actuar en la siguiente película de David. Dije que sí sin pensarlo. Por otro lado, leí el guion de ‘Cosmópolis’, un año antes de que David me ofreciera el papel y pensé que era extraordinario. Desde la primera vez que lo vi sentí una especie de conexión. Como si estuviera tratando de contactarse conmigo. No sé por qué.
Entiendo por qué lo hizo. Es un escenario muy complejo que podría ser interpretado de muchas formas distintas. David no dijo mucho sobre lo que quería de mí. Conversamos muy poco, pero de eso se trata. Recuerdo que estaba sentado en la habitación de mi hotel dos semanas antes de empezar a grabar y estaba nervioso. Los primeros días estaba muy asustado. Estábamos haciendo pruebas de cámara y yo estaba sentado en la limusina sin nada que hacer. Casi me vomito de los nervios. Mi corazón palpitaba enloquecido. Pensé que David me iba a echar, que pensaría que era un impostor. Pero, en vez, él estaba muy relajado. Su equipo me dijo que durante las primeras semanas parece que él no supiera lo que está haciendo, pero no hay por qué preocuparse. Él necesita tiempo para cultivar una sensación de las cosas. Una vez empezamos, el ritmo de las cosas se fue acelerando. Al final hacíamos una toma por escena. Fue un poco loco.
La mayoría de las veces los diálogos de las películas no son tan buenos. Son los actores los que los transforman. Es parte de su trabajo. Pero en esta película el diálogo es maravilloso… Lo difícil es que David tiene la costumbre de cambiar las cosas a última hora. Eso significa que tenía que memorizar el guion entero. Pero estuvo bien porque casi siempre, una vez estábamos grabando, no había que esforzarse mucho. Sin embargo, durante toda la experiencia, tuve que repasar mis diálogos todas las noches.
La más complicada fue con mi guardaespaldas, interpretada por Patricia McKenzie. El plan original de la escena era empezar teniendo un orgasmo, y luego empezar una conversación. Pero David sugirió que habláramos y tuviéramos sexo al mismo tiempo.
Cinco minutos antes de empezar a grabar, David dijo: “Quiero que la parte baja de tus testículos estén en la escena”. Recuerdo que pensé que haría cualquier cosa que el director me pidiera. Pero fui y hablé con él y le dije que no podía hacerlo. Lo tomó muy bien. Lo que conseguimos fue una escena muy rara, que no verás en cualquier película… Lo prometo.
No es algo que hiciéramos a propósito. Sólo algunas cosas sucedieron mientras grabábamos. El movimiento Occupy Wall Street sucedió mientras grabábamos una escena de disturbios. También Rupert Murdoch recibió un pastelazo en la cara, y algo parecido le pasó a mi personaje. Es muy cómico porque al principio yo no veía ‘Cosmópolis’ como una descripción de la realidad, sino como una especie de poema. Esa es la forma como se lee el libro en el que está basada la película, por eso es tan atemporal. Sin embargo, cuando se trata de una crítica del mundo financiero, hay algo virtual en eso. Uno puede reemplazar los dólares por ratas y no cambiaría gran cosa. Personalmente no he invertido dinero en nada, para mí no tiene sentido.
No, en absoluto. Solo con la idea de aparecer en público y que sea abucheado me aterroriza.
Recuerde que gané el premio al mejor beso en los Premios MTV.
(Risas) Sería maravilloso, sería un premio increíble… Por la mejor escena prostática en la historia.
No sé exactamente cuando debamos empezar a grabar. Pero será la primera vez que David grabe una película en suelo estadounidense. En Los Ángeles, para ser exactos. Tratará sobre la industria del cine y prometo que será muy rara. Al mismo tiempo estaré trabajando en la película ‘Mission: Black List’, con el director francés Jean-Stéphane Sauvaire. Trata sobre la búsqueda de Saddam Hussein. Queremos grabarla en Tikrit, Irak, así sea complicado. Pero apenas tengo 26 años y esa es la clase de riesgo que necesito afrontar. Si alguien lo va a hacer, seré yo.