“El análisis de ‘BrandZ Global Top 100’, ha demostrado que las compañías que invierten en sus marcas crecen más rápido que el mercado, lo que soporta el hecho que el valor de marca está directamente relacionado con su éxito financiero. Con esto en mente, es indispensable entender las tendencias de nuestros mercados, los cambios en el consumidor y sus necesidades” asegura Carolina Solanilla, de Millward Brown Colombia.
Si usted se pregunta de qué depende el éxito en una compañía, la respuesta puede tener muchas soluciones, desde tener productos y servicios novedosos, hasta precios competitivos o buenos líderes. Sin embargo, en la actualidad, la evolución y planeación del futuro de la compañía puede ser el aspecto más relevante.
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Hoy en día una empresa poco tiene que ver con otra de hace muchos años y las de hoy también serán diferentes de las empresas del futuro. Nuevas tecnologías, cambios en los hábitos de los consumidores y hasta un mundo global, son algunos de los factores que están impulsando el cambio en el sector empresarial para que puedan adaptarse a los nuevos tiempos.
Llevar a una empresa hacia la transformación es una meta fundamental que para algunos podría ser sencilla; pero la realidad es que no todas las compañías pueden presumir de tener lo necesario para dar pasos sólidos en este sentido.
El estudio BrandZ 2016 de Millward Brown (agencia global líder de investigación), reveló que existen cinco fuerzas disruptivas que están trayendo nuevos retos a las compañías para adaptarse a los hábitos de los clientes y así lograr un crecimiento y fortalecimiento de sus negocios.
1.Compañías locales: la desaceleración de algunas economías de relevancia mundial, ha hecho que las personas dejen de lado las marcas globales por locales y así adquirir productos de menor precio.
Además las empresas locales mejoraron su calidad de producto y sus planes de mercadeo y también se reinventaron en el cómo realizar la comercialización de sus artículos, lo cual aprendieron de las multinacionales y esto las llevó a consolidarse como rivales de las grandes marcas, todo apoyado por los consumidores, quienes están adquiriendo productos nacionales porque creen que estos entienden y suplen de mejor manera la necesidad que requieren.
2.Los Millennials: éstos tienen diferentes hábitos de compra, unos más fáciles de entender que otros, los cuales necesitan nuevos conocimientos por parte de las empresas para poder satisfacer las necesidades de este sector de la población.
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El estudio por ejemplo, muestra que con el auge de la banca móvil y contrario a lo pensado, una gran porcentaje de esta población prefieren realizar transacciones directamente en las sedes bancarias antes que realizarlas online, pues les genera más confianza. Esto en contravía de cualquier predicción, ya que esta era considerada la ‘generación de lo digital’, pero aún persisten algunos temores en el mundo web. Esta generación sigue siendo el foco de análisis de muchos mercados para atender en mejor medida sus necesidades.
3.Experiencia del usuario: es un diferenciador esencial para las compañías. A medida que el comercio electrónico ha logrado hacer las transacciones más rápidas y fáciles, los compradores interactúan menos con las marcas, en este contexto quienes asisten a locales en centros comerciales o supermercados, encuentran en el espacio físico una oportunidad para conectarse de manera plena con la marca y por ello debe convertirse en una experiencia única para el consumidor.
4.Talento joven: los jóvenes buscan trabajos con un propósito y la mayoría de compañías desean reclutar y retener el talento de personas con edades cortas. Los Millennials quieren trabajar en una organización dedicada a hacer del mundo un lugar mejor, o al menos que tengan un impacto mínimo en el o el medio ambiente.
5.Un propósito verdadero: uno de los principales hallazgos a los que llega Millward Brown es que el propósito de una marca por más ambicioso o sencillo que sea, no debe dejar de ser genuino.
Las marcas no están abandonando sus propósitos, pero de una manera sutil algunas de ellas parecen estar cambiando a algo más sobrio y sincero, por ejemplo, pasar de un “hacer el mundo mejor”, a un “hacer mejor la vida de los clientes”. Es decir, la intención es comunicar algo más palpable para los consumidores.
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