Londres, 9 oct (EFE).- El Banco de Inglaterra dejó hoy invariables los tipos de interés, en el mínimo histórico del 0,5 %, así como el alcance de su plan de compra de activos, que asciende a 375.000 millones de libras (476.300 millones de euros).
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El Comité de Política Monetaria valoró en su reunión mensual que aún es precipitado subir los tipos, que llevan en ese nivel desde el 5 de marzo del 2009, tras el estallido de la crisis crediticia, pese a indicios de recuperación de la economía.
En esa fecha el banco central estableció también el programa de compra de activos mediante la emisión de reservas, que fue ampliado de forma sucesiva hasta alcanzar su actual volumen en julio de 2012.
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Pese a la decisión de mantener los tipos, hace tiempo que varios miembros del comité han indicado que apoyarían un incremento en los próximos meses, a medida que se afiancen las cifras de crecimiento, desempleo e inflación en el Reino Unido.
El gobernador del banco, Mark Carney, ha declarado que, cuando finalmente se incremente el precio del dinero, se hará de forma «gradual», para no socavar la recuperación.
Actualmente, se prevé que la economía británica crezca en torno a un 3 % este año -algo menos en 2015-, mientras que la inflación y el desempleo presentan una tendencia a la baja, con índices del 1,5 y 6,2 %, respectivamente.
En contra del aumento de los tipos se argumenta que los sueldos siguen bajos y sectores como el manufacturero y de la construcción no han vuelto a sus niveles de productividad de antes de la crisis, por lo que no se considera consolidada la recuperación económica.
Paralelamente, el Gobierno y el Banco de Inglaterra siguen con atención la evolución del mercado inmobiliario, entre temores de que pueda haber un sobrecalentamiento, con precios crecientes sobre todo en Londres y el sureste inglés.
Los analistas predicen que el banco central podría comenzar su anticipada subida gradual en febrero de 2015, antes de las próximas elecciones generales en el Reino Unido, previstas para mayo del año próximo.