Pekín, 28 abr (EFE).- El Centro Estatal de Información, un comité de expertos próximos al Gobierno chino, pronosticó hoy que la segunda economía mundial crecerá al 7,4 por ciento en el segundo trimestre del año, una cifra igual a la registrada durante los tres primeros meses de 2014.
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En un informe publicado hoy en el periódico «China Securities Journal», el organismo asegura que la economía china sufrirá «una presión a la baja notable y un aumento de los riesgos financieros».
El principal motivo de la desaceleración económica de China, que está creciendo en sus tasas más bajas de los últimos años, responde, según el estudio, «a las iniciativas impulsadas por el Gobierno, como la aplicación de reformas y la reestructuración económica».
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China está llevando a cabo reformas pro-mercado para conseguir que su modelo económico dependa menos de las exportaciones y la demanda externa y más del consumo interno.
Estos cambios, aunque se implementan de forma muy progresiva, han llevado a la segunda economía mundial a crecer a las tasas más bajas tras décadas de aumentos anuales de más de dos dígitos.
«El crecimiento se mantuvo dentro de un rango apropiado», dijo el centro, que pronosticó que la economía china «se mantendrá en una tendencia bajista debido al crecimiento más lento de los ingresos y la debilidad de la recuperación global».
Entre los principales riesgos financieros, según los expertos, están la situación del mercado inmobiliario, el crecimiento de la deuda de las administraciones locales y el exceso de capacidad de algunas industrias.
Para minimizar los riesgos y asentar las bases de un crecimiento sólido, el estudio recomienda al Gobierno que «acelere la implementación de políticas fiscales proactivas y el uso flexible de políticas monetarias prudentes».
«China debe considerar la posibilidad de disminuir el coeficiente de caja de los bancos cuando sea necesario», señalaron los expertos, que se unen a la opinión de varios analistas que ya han pedido tal medida de estímulo monetario para impulsar la economía.
De hecho, la semana pasada el Banco Popular de China (PBOC, central) anunció el recorte del coeficiente de caja de las entidades financieras rurales como un estímulo económico que repercuta a las zonas rurales del país.
Además, las autoridades han extendido de una serie de medidas de estímulo de carácter fiscal (reducción de impuestos para las microempresas) y de aumento del gasto público (más inversión en ferrocarriles).
A pesar de estas medidas, varios analistas aseguran que, dado los bajos indicadores económicos de principios de año, Pekín podría relajar los coeficientes de caja también de los principales bancos del país, algo que no sucede desde mayo de 2012.
Para los bancos más grandes de China, la proporción de reservas requeridas es actualmente del 20 por ciento.