San José, 18 abr (EFE).- La presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, anunció hoy una serie de medidas que tomará el Gobierno para paliar el déficit fiscal que afecta al país, luego de que fracasara una reforma tributaria promovida por el Ejecutivo.
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A través de una cadena de radio y televisión, la mandataria detalló que estas nuevas acciones permitirán un ahorro al Gobierno equivalente al 0,8 % del producto interno bruto (PIB), unos 355 millones de dólares.
Entre las medidas anunciadas por Chinchilla destacan la creación de la factura electrónica para garantizar el pago de impuesto de ventas: la eliminación de las exenciones tributarias a varios productos suntuarios y la venta de bienes inmuebles propiedad del Estado, aunque no se detallaron cuáles.
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Además, el Ejecutivo enviará al Congreso un nuevo proyecto de ley que contiene normas como la congelación de salarios y pensiones altas y de las dietas que se pagan a las Juntas Directivas de las instituciones públicas; la reducción de la financiación pública a los partidos políticos y la eliminación de exoneraciones a las remesas de utilidades al exterior.
«Estas acciones, sumadas a las que ya hemos venido realizando, representarán cerca de un 0,8 % del PIB y procuran que el déficit fiscal no supere el 5 % de este al final de mi administración», explicó la mandataria.
No obstante, advirtió que la mitad de esos recursos dependerán de las leyes que deben aprobarse en la Asamblea Legislativa.
El anterior paquete fiscal tenía por objetivo aumentar los ingresos en un 1,5 % del PIB, unos 665 millones de dólares.
Según Chinchilla, un recorte al gasto público para equiparar esa cifra «significaría despedir unos 24.000 funcionarios o no pagar el 60 % de los intereses de la deuda pública; o dejar de pagar el 55 % de las pensiones con cargo al presupuesto nacional», por lo que esas medidas no pueden ser aplicadas.
Para enfrentar los gastos del Gobierno, éste también ha anunciado la emisión de más deuda externa.