Economía

La quita de deuda griega choca con la calle y las agencias de calificación

Atenas, 22 feb (EFE).- El Parlamento griego inició hoy la tramitación legal del proceso de condonación de parte de la deuda del país, un proyecto acordado entre Atenas y la Unión Europea, pero rechazado por las agencias de calificación y contestado en la calle.

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Los proyectos de ley para ejecutar la quita, denominada oficialmente Participación del Sector Privado, así como la aprobación de parte de los recortes exigidos por los acreedores, comenzaron a ser debatidos hoy en el Parlamento, protegido por vallas de seguridad para evitar posibles disturbios.

Aunque las manifestaciones contra los recortes convocadas por los sindicatos y movimientos de izquierda fueron pacíficas, la Policía detuvo a 30 personas cuando desalojó por la fuerza la concentración de unas 1.000 personas de la plaza Sintagma, frente al Legislativo.

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Otra concentración, organizada por el Partido Comunista de Grecia (KKE) y sus sindicatos afiliados, reunió a unas 8.000 personas -según datos de la Policía- que corearon eslóganes como «¡Abajo el Gobierno de la plutocracia!».

«¡No nos convertiremos en esclavos por 400 euros!», rezaba el eslogan de una pancarta en referencia al salario mínimo neto que cobrarán los menores de 25 años tras el acuerdo entre el Gobierno griego y la «troika» que forman el Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional.

«¡Fuera la troika! ¡Salgamos de la UE!», proponía una de las pancartas del KKE, tercera fuerza política del país que exige «la cancelación de la deuda» sin ninguna compensación a los acreedores.

El plan de reestructuración de la deuda helena, a la que el Eurogrupo dio luz verde en la noche del lunes al martes, junto al nuevo crédito de 130.000 millones de euros, significará la condonación de unos 107.000 millones de euros, el 53,5 % del monto de los bonos tenidos por grandes bancos y fondos de inversión.

Los bonos serán sustituidos por nuevos títulos griegos con un valor del 30,5 % de los actuales, más otros con un valor del 15 % emitidos por el Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera.

El Parlamento griego tiene previsto aprobar un mecanismo llamado Cláusulas de Acción Colectiva (CAC) para obligar a todos los tenedores a acogerse a la quita si la mayoría de ellos la apoya.

La agencia de calificación de riesgos Fitch reaccionó hoy ante el plan de quita anunciando que rebaja la nota de la deuda griega al nivel C, a sólo un paso del «impago».

«Fitch considera que si se realiza la propuesta de reducir la carga de la deuda pública de Grecia a través de un canje de deuda con los acreedores privados, constituiría una calificación de impago», afirmó en un comunicado.

Otras agencias de calificación ya habían avisado de que considerarían un impago la aplicación de las CAC.

Esta es la opinión que han mantenido los fondos de riesgo que poseen títulos de deuda helena, que han amenazado con hacer uso de las permutas de impago crediticio (CDS) si se les obliga a participar en la quita, una posición reforzada ahora por Fitch.

Los grandes bancos, representados por el Instituto Internacional de Finanzas, se han mostrado más partidarios de la quita, pues esperan que los incentivos que repartirá Grecia y los fondos destinados a la recapitalización bancaria (ambos a pagar con el nuevo crédito) les permitirán paliar parte de las pérdidas.

De acuerdo a los medios griegos, unos 30.000 millones de euros del préstamo internacional concedido a Grecia se utilizarán como «incentivo» para los bancos y otros 23.000 millones para recapitalizar las pérdidas bancarias.

El propio ministro de Finanzas heleno, Evangelos Venizelos, ha reconocido que esta última cifra podría aumentar hasta los 50.000 millones, dependiendo de las necesidades bancarias.

La rebaja de Fitch hundió hoy la Bolsa de valores de Atenas, cuyo índice general cerró la jornada un 5,67 % por debajo de la jornada anterior, mientras el índice bancario retrocedió un 12,21 % y en los últimos dos días suma pérdidas del 21,38 %.

Andrés Mourenza

Atenas, 22 feb (EFE).- El Gobierno griego ha revisado al alza el déficit fiscal previsto para 2012 y lo ha elevado del 5,5 % al 6,7 %, a la vista de las perspectivas de recesión en el país heleno.

El presupuesto para este año, votado el pasado diciembre en el Parlamento, preveía un superávit primario de las cuentas griegas del 1,1 % que, después del pago de la deuda y sus intereses, se convertiría en un déficit del 5,5 %.

Sin embargo, según un comunicado gubernamental publicado hoy, las negativas perspectivas de crecimiento han obligado a revisar estas cifras y ahora se considera que el superávit primario no excederá el 0,2 %, lo que supondrá un déficit al término del año de un 6,7 %.

«La recesión de la economía griega, mayor de la esperada, ha resultado en una reducción de ingresos frente a las estimaciones iniciales y los resultados finales del año fiscal de 2011. Como resultado de esta reducción, es necesario ajustar las cifras del presupuesto de 2012», señala el comunicado.

En años anteriores tampoco se han cumplido las previsiones, ni del Gobierno de Atenas ni de las instituciones internacionales, dado el estancamiento económico que han producido las draconianas medidas de austeridad exigidas por la troika (BCE, CE y FMI).

El desempleo se ha doblado hasta el 20,9 % de la población activa, los salarios han caído entre el 20 % y el 30 % hasta finales de 2011 y los precios han subido en torno a un 10 % en los últimos dos años.

Todo ello ha reducido drásticamente la capacidad adquisitiva de los griegos y obligado a cerrar más de 60.000 negocios en 2010 y 2011.

En 2011, el PIB griego cayó un 6,8 %, una cifra muy alejada de la previsión hecha por la troika, que apuntaba una contracción del 5,5 %.

El objetivo para 2012 es limitar la contracción del PIB al 2,8 %, un objetivo que se antoja demasiado optimista, según los expertos, a la luz de los últimos resultados.

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