Las artes marciales se han transportado y transformado en todo el mundo, aquí conocerá el secreto por el que las artes marciales se han mantenido a través del tiempo
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Monjes, samuráis y gigantes entran este martes en el Museo Quai Branly Jacques Chirac de París a través de una exposición que explora la mitología y la práctica de las artes marciales asiáticas desde la época clásica hasta la cultura pop.
La muestra ‘Último Combate’ reúne más de 400 obras antiguas, como pinturas, máscaras y trajes, y también extractos de películas del actor Bruce Lee, «icono de las artes marciales asiáticas», detalla a EFE el comisario de la muestra, Julien Rousseau.
India, China y Japón son los tres países en los que pivota la iconografía del combate en esta exposición, a pesar de que haya «grandes peculiaridades en lo que tiene que ver con la historia y la filosofía de cada región», matiza Rousseau.
La exposición arranca con una serie de esculturas de piedra que representan a los guardianes de los templos budistas, cuyo papel es vigilar las batallas entre dioses y demonios que acontecían en la mitología asiática hace más de 2.000 años.
Las artes marciales se extienden por todo el continente, y con ello las diferentes versiones de las disciplinas, en particular aquella en la que la meditación y la relación entre el maestro y el alumno es uno de los principales pilares.
Los valores que se transmitieron en las escuelas de artes marciales de China, centros artísticos de aquella época, inspiraron a otras artes como la literatura caballeresca clásica, y siglos más tarde al séptimo arte.
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Para Rousseau, la importancia de la muestra está en reflejar cómo las artes marciales han evolucionado desde sus inicios, con los primeros guerreros que utilizaban arcos y espadas, hasta su incorporación más reciente a la ficción.
El kung-fu de Bruce Lee
Bruce Lee (1940-1973), que revolucionó el cine asiático a partir de los años 70, aparece en revistas, carteles y manuales de entrenamiento en varias lenguas, ya que el reconocimiento a este intérprete de kung-fu fue más allá de sus fronteras.
Este hongkonés «desarrolló las artes marciales como un arte universal», destaca el especialista en cine asiático Stéphane Du Mesnildot, que cree que no hay en la historia «un actor con una iconografía tan pletórica como él».
«Bruce Lee fue admirado en las luchas anticolonialistas de países africanos y en las luchas raciales de Estados Unidos», afirma Du Mesnildot, que reconoce que las artes marciales «siguen formando parte de la contracultura y la revolución popular».
El manga de ‘Dragon Ball’
En el manga, los combates entre los personajes de ficción fueron durante años encarnados en la serie de animación ‘Dragon Ball’, del japonés Akira Toriyama, que creó héroes como Son Gokū y Vegeta, conocidos por los jóvenes de los años 80 y 90.
A partir de esa época, los videojuegos de combate basados en las técnicas milenarias, como Street Fighter, comenzaron a cobrar importancia entre las nuevas generaciones, motivo por el que esta exposición recoge varias demostraciones.
En esa misma sala del museo, una gran figura del robot ‘Black Fire’, diseñado y creado por la empresa tailandesa QFX Workshop, preside una congregación de más de cien muñecos con la misma estética.
La Judoka Agbégnénou
El kimono de la francesa Clarisse Agbégnénou, campeona olímpica de judo en los últimos Juegos Olímpicos, aparece en esta exposición para reflejar cómo las artes marciales llegan a convertirse en patrimonio por sus virtudes educativas y sociales.
En 1882, el japonés Jigorō Kanō, creó el judo a partir de las antiguas técnicas de combate cuerpo a cuerpo, pero no fue hasta 1964, en los Juegos Olímpicos de Tokio, cuando tuvo su primera aparición como deporte olímpico.
La exposición, que estará abierta al público hasta mediados de enero de 2022, incluirá a lo largo de estos meses una serie de eventos, como conciertos, reproducciones de películas, además de visitas musicales y gastronómicas.
EFE
Este es el secreto por el que las artes marciales se han mantenido a través del tiempo