Un hombre trató de saltar del monte Emei, en China. Quería suicidarse porque no soportaba el estrés laboral que estaba viviendo. Un monje se acercó a él y lo convenció de seguir viviendo, pero cuando se arrepintió, quedó atascado en un pequeño terreno a 335 metros de altura.
Varias personas lo rescataron y no sufrió lesiones.