A Céiber Ávila se le escapó la medalla por nada, en apretado combate
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Lo que en 2016 te robaron, Céiber, esta vez no fue así. Ávila tuvo que tragar veneno por cinco años, luego de que en una pelea sospechosa se le negara el bronce en Río 2016.
Pero en Tokio todo sería distinto. Nada de dejar posibilidades a los rivales, o a los jueces, de que le arrebataran lo que es suyo. En el combate de cuartos de final de los 52 y 57 kilogramos, ante el ghanés Samuel Takyi, Ávila salió a golpear y a no dar opciones al africano. El round terminó 5-0 a favor de Céiber y la medalla estaba cerca.
Sin embargo, en unos Juegos Olímpicos no hay que cantar victoria hasta no tocar la medalla y el ghanés se recuperó en el segundo asalto. Ansioso, Céiber le dio oportunidad al africano, quien se llevó el round 3-2, lo que complicaba la victoria. Todo se decidiría en el round final.
Allí, el africano estaba más entero y así lo evidenció el último asalto. Ávila estuvo muy desordenado y eso le costó la pelea, lo que le generó una nueva desilusión, tal cual en Río 2016. Ahora, Céiber quiere considerar si está para volver en París 2024 y saldar esa vieja deuda con el destino.
