Paula Patiño resistió a lo grande una extenuante prueba de ruta
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El ciclismo es nuestro deporte nacional. Por eso, alegra que en la rama femenina comencemos a tener notoriedad. Por ahora, solo Paula Patiño Bedoya está en la elite del ciclismo mundial y por eso ingresó a los Juegos Olímpicos en representación nacional.
Sola, sin compañía y sin ayuda, era una quimera pensar que la colombiana podía darles pelea a auténticas figuras del ciclismo como las neerlandesas Anna Van Der Breggen y Annemiek Van Bleuten. Ellas hacían de los Países Bajos la gran potencia favorita para llevarse la medalla de oro. Sin embargo, dejar prosperar la fuga fue una opción que no debieron considerar.
En principio, la fuga no debía tener ninguna vida más allá de los puertos de montaña. No obstante, la austriaca Anna Kiesenhofer perduró hasta ingresar al autódromo del circuito de Fuji, en la vuelta final. A falta de 12 kilómetros, tenía más de cuatro minutos contra el pelotón principal, donde resistía Patiño.
Kiesenhofer no daba su brazo a torcer. Aunque las holandesas le recortaban el tiempo, parecía que no iban a cazarla antes de meta. Mientras, Paula se mantenía en el grupo principal, agazapada queriendo conseguir algo.
A falta de tres kilómetros, las fuerzas de la colombiana mermaron y todo quedó entre las holandesas, queriendo cazara a la austriaca Kiesenhofer, a la que nadie tenía entre las favoritas. Oro olímpico para ella y una de las mayores sorpresas para estos Juegos Olímpicos. Plata fue la neerlandesa Van Bleuten y el bronce se lo quedó la italiana Elisa Longo Borghini.
También plausible lo que hizo Paula Patiño, quien atravesó la meta en la posición 22. Tenemos a una campeona en potencia que dará mucho de qué hablar en los años venideros en el ciclismo.