Luego de 28 años, ante Brasil, Argentina volvió a conquistar la anhelada Copa y Lionel Messi lo hizo: conquistó su primer título con el seleccionado de mayores.
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Siete años después de perder ante Alemania, una nueva final para los argentinos en el Maracaná, esta vez contra Brasil y con historia diferente: victoria 1-0 y campeones.
Fue la final soñada, la que cualquier fanático del fútbol en el continente, y en el mundo, podría esperar para la competencia.
En el más mítico de los estadios suramericanos, frente a frente los dos consentidos del continente, brasileños y argentinos, los más grandes de nuestra región.
Como buen choque de gigantes, hubo chispas de entrada.
La intensidad y el juego fuerte predominaron durante los primeros 20 minutos del compromiso.
No aparecían las gambetas, las opciones, ni las emociones que muchos esperaban.
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Del cielo le cayó a la Albiceleste paz y alegría
Rompiendo el libreto del partido, al 22’ llegó un poema, una obra de arte, digna de la gran final.
Rodrigo de Paul se inspiró, tomó el balón en su terreno, alzó la cabeza y vio a su dulce compañero a la distancia.
Le envió un pase largo y preciso a Di María. Él, Ángel, la picó por encima del portero Ederson, ante su salida. El balón tomó dirección al cielo, pero con la sutileza necesaria para caer pronto y dirigirse al fondo de la red.
Fue un Ángel de la guarda para los argentinos, con ese balón que bajó de los cielos para ilusionarlos con ganar una Copa luego de 28 años de sequía.
Para Di María fue el gol número 21 con su selección.
Grito atragantado
Brasil debió ir con todo en busca de la igualdad, y esta se vio frustrada en primera medida en una jugada en la que Richarlison la envió al fondo del arco.
Celebraba a rabiar el rubio disfrazado, pero con lo que no contaba era con que el VAR lo iba a delatar: estaba adelantado, todo seguía igual.
El propio Richarlison y sobre el final Gabriel Barbosa, los encargados de exigir a un Emiliano Martínez inspirado e insuperable.
Argentina campeón ante Brasil
La Verdeamarela no encontró las vías, se deslució justo en la final y sus rivales supieron manejar la ventaja para quedarse con el título.
Tras 28 años y seis días, ante su rival de siempre, de visitante, en el Maracaná, la Albiceleste logró la gesta, una de las más épicas de su historia por los tintes presentes.
Desde 1993 que no lograba el título continental. Ahora, llegó la esperada Copa número 15, con la que se pone junto a Uruguay como los más ganadores del certamen.
Messi se sacó la espina y gritó campeón con la mayor, además como goleador, junto a Luis Díaz, y máximo asistidor.