¡Siempre hay que creer! Colombia lo empató sobre la hora, gracias a Borja
PUBLICIDAD
Dicen que lo difícil no es llegar, sino mantenerse. La Tricolor recuperó la fe de su hinchada con la goleada en Lima, pero había que ratificarlo en el estadio Metropolitano de Barranquilla, ante la difícil Argentina.
Como mayor estímulo, 10.000 simpatizantes pudieron apoyar al equipo de Reinaldo Rueda, que de ganar se metía de lleno en la lucha por el cupo a Catar 2022. Sin embargo, parece que eso le jugó en contra a un equipo que en menos de 10 minutos ya perdía por dos goles.
Argentina, con mucho oficio, se fue arriba con gol de Cristian Romero por los aires. El ‘Cuti’ demostró que también existen los goles de cabeza y martilló con un tanto en apenas dos minutos. No podíamos saber si el plan de Rueda era eficaz o no, ya había que pensar en otra cosa.
Antes que Rueda tomara la decisión, Colombia volvió a ser cacheteada. Esta vez fue Leandro Paredes, quien de prepotente aprovechó el descontrol defensivo tricolor y se metió en el área como Pedro por su casa, definiendo con suavidad ante la salida de David Ospina. No había tiempo que perder, profesor Reinaldo.
Rápido, el DT corrigió y mandó a Luis Fernando Muriel a la cancha, en reemplazo de Jefferson Lerma. El ingreso del delantero revitalizó el ataque, pero más que nada por arrestos individuales que por apoyo colectivo. Eso le dio al seleccionador más motivos para patear el tablero.
Y lo pateó nomás. Para jugar el segundo tiempo ejecutó tres cambios más, quedándose con una sola carta bajo la manga para los últimos 45 minutos. Los ingresos de Miguel Borja, Edwin Cardona y Wilmar Barrios refrescaron el aire tricolor, aunque nunca se pudo ser superior a los Albicelestes.
PUBLICIDAD
No obstante, se pudo descontar. Un infantil penalti sobre Matheus Uribe permitió que Muriel acortara las diferencias, pero ni siquiera así nos sentimos cerca del empate. Argentina puso todo el oficio sobre la mesa, manejando los tiempos y cortando el ritmo del juego. Colombia tampoco se ayudó, más allá del delantero del Atalanta y Juan Guillermo Cuadrado.
Pero había que creer, porque siempre hay que creer. Cierto es que Colombia no jugó bien, pero tenía el tiro del final en la cabeza de un luchador. Como lo es Miguel Ángel Borja, un delantero que se fajó con los centrales argentinos, hasta que lo dejaron solo y lo lamentaron. Cabezazo tras un centro de Cuadrado para un empate que suma, sobre todo porque los resultados se nos dieron.