Casi siempre que se habla de Lionel Messi es para resaltar su magia, calidad, técnica y maravillas que hace en el terreno de juego. No en vano, es considerado como uno de los mejores futbolistas de la historia. De hecho, se han atrevido a decir que no es de este planeta.
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Sin embargo, no todo es perfecto. Pocas veces comete errores. Por eso, cuando sucede llama la atención, tal y como sucedió en el estadio Ciudad de Valencia. Allí, Fútbol Club Barcelona visitó a Levante en busca de los tres puntos, pero La Pulga fue el centro de todo.
Además de haber anotado un golazo de media chilena y de haber participado en el segundo tanto culé, también tuvo un punto negativo. Cuando el local estaba envalentonado tras el descuento, la presión alta le pasó factura a La Pulga, quien terminó regalando el empate.
En su habitual filosofía de salir con el balón en sus pies, los blaugranas corrieron un riesgo innecesario que pagaron caro. Cuando Lionel intentó regresar un pase, terminó dándole la posesión al rival, que no desaprovechó la oportunidad para inflar las redes y anotar el 2-2 parcial.
El lamento del argentino lo dijo todo. Fue consciente del error que cometió. Y es que como si fuera poco, el resultado final fue 3-3, marcador que poco sirve en las aspiraciones del Barça en su pelea por La Liga contra Atlético de Madrid, Real Madrid y Sevilla.