Un grupo de aficionados del Manchester United invadió el campo de entrenamiento del equipo pidiendo la dimisión de los dueños, la familia Glazer, como protesta por la inicial implicación del club en la Superliga, más allá de que después se apartó del proyecto.
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Las personas, que llegaron hasta el campo de entrenamiento y las oficinas del club, se fotografiaron con pancartas en las que exhibían el mensaje «Glazer Out». De igual manera, pidieron una reforma del sistema de propiedad de los clubes. Lo que pretenden es que incluyan al aficionado como parte del accionariado.
Ole Gunnar Solskjaer, entrenador del primer equipo, se vio en la obligación de salir a calmar los ánimos. Luego de una extensa charla, convenció a los fans de que abandonaran las instalaciones. Junto al noruego, estuvo su asistente Michael Carrick, el director técnico Darrent Fletcher y el jugador Nemanja Matic.
El asalto se produjo después de la entrada y salida del Manchester United de la Superliga europea, de la que Joel Glazer, dueño del equipo, iba a ser vicepresidente. Glazer emitió un comunicado pidiendo perdón por haber realizado la inclusión del equipo en la nueva competición sin haber pedido permiso a los aficionados.