Todo empezó en el All-Star de la NBA del pasado 7 de marzo. Allí, el equipo de LeBron James venció al de Kevin Durant por 170 a 150 en un espectáculo de canastas y asistencias, pero lo que no pasó desapercibido para nadie fue el gran complemento entre el King actual de la NBA y el que ha sido su gran némesis en los últimos años: Stephen Curry.
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Aparte del derroche de risas y camaradería entre las estrellas de Los Lakers y los Golden State Warriors, quedó la sensación de que tener a estos dos veteranos en el mismo equipo sería un lujo. Al menos uno de los dos, LeBron y Curry, ha estado presente en todas las finales de la NBA en la última década, y las batallas entre los Cavaliers de James y los Warriors dejaron cuatro finales espectaculares con un saldo de tres títulos para Stephen y uno para LeBron.
El punto es que los Warriors ya no son lo que fueron y, a pesar de su nivel superlativo para un equipo que ha sufrido demasiado la lesión de Klay Thompson, Curry será agente libre en 2022, por lo que las especulaciones están disparadas en Estados Unidos, más después del duelo entre Lakers y Golden State de este fin de semana en el que los otrora archirrivales volvieron a mostrar una empatía y camaradería que tiene la mente de todos los periodistas de baloncesto volando.
¿Se imaginan unos Lakers 2022 con LeBron James, Stephen Curry y Anthony Davis? Un equipo de locura y ensueño que dominaría a placer la Conferencia Oeste y sería el contrapeso ideal para lo que están intentando los Nets con Durant, James Harden y Kyrie Irving, que le ha servido a los de Brooklyn para ser la amenaza en una Conferencia Este en donde están mandando los Sixers.
