La victoria fue foguearse contra las campeonas del mundo. La selección colombiana de fútbol en su rama femenina por fin tuvo la posibilidad de disputar partidos de preparación, nada más y nada menos que contra Estados Unidos, con Megan Rapinoe a la cabeza.
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El primer chico, disputado el lunes en el estadio del Orlando City, quedó a favor de las locales por 4-0. Diferencia apenas lógica entre un equipo de hiper profesionales y otro conjunto que tiene que rogar para que haya liga femenina aunque sea en versión acotada.
Sin embargo, las colombianas renovaron la ilusión para hacerle mayor resistencia a las campeonas, en el mismo estadio del primer juego. Además, había noticias para soñar con una mejora: volvían las jugadoras aisladas por precaución ante sospecha de Covid 19, entre esas Daniela Montoya.
Con esos refuerzos, Colombia mejoró. No obstante, todo se hizo al antojo de las estadounidenses, que cuando aceleraban demostraban esa diferencia de jerarquía entre unas y otras. Así fue como apenas en tres minutos Catarina Macario marcó el 1-0 y simplificó todo para la selección de las barras y las estrellas.
Luego de ese gol se vieron los mejores minutos de las colombianas. Defendiendo con rigor táctico, la Tricolor logró complicar a las locales, que por momentos se mostraron fastidiadas. Sin embargo, esa molestia los Estados Unidos lo suele convertir en intensidad y allí apareció la capitana y líder Rapinoe.
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La mejor jugadora del mundo en el Mundial de Francia 2019 marcó el segundo y el tercer gol, uno de ellos de penal y el otro favorecida por un desvío en una defensora colombiana. Del penal quedan dudas, pero al no haber VAR, no hubo nada que hacer. Con diferencia de tres goles terminó el primer tiempo.
En la segunda mitad el monólogo norteamericano continuó. Pese a eso, el ritmo se bajó y Colombia encontró contragolpes que al final no prosperaron. Estados Unidos se hizo fuerte por arriba y Lynn Williams puso el cuarto.
Al final, Colombia no pudo sostener el ritmo físico y se expuso a una goleada mayúscula. Lindsey Horan marcó el quinto, a 15 minutos del final, con falta previa que la jueza no quiso pitar.
El gol que sentenció el resultado 6-0 lo hizo Margaret Purce, en otro jugada polémica por posición adelantada de Carli Lloyd.
Perdimos, claro que sí, pero codeándonos con las mejores es que aprendemos. Ahora es turno de los dirigentes que apoyen al fútbol femenino, porque hoy ellos también son perdedores.