Desde aquella derrota frente a Medellín que no veíamos a Millonarios. Esta versión con algunas diferencias respecto al último equipo que se observó parado en cancha antes de que la pandemia le lanzara un manto piadoso a todo lo que tuviera que ver con espectáculos al aire libre. En este modelo de Gamero ya no están algunos nombres: Fariñez -que no pudo hacer nada ante aquel golazo de Reina en el Atanasio-, Zapata -el 7 que hacía diagonales volvió a Equidad- y el Tico Ortiz -buen atacante pero que no logró ser retenido por las directivas-.
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Pero el Millonarios postpandemia dejó algunas cosas interesantes que vale la pena mencionar:
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De Los Santos consiguió rearmar lo que estaba fallando: el uruguayo, que no contó con muchos minutos en Argentina tras su excursión con el Vélez Sarsfield de Gabriel Heinze, demostró que aquella lentitud de la que se le acusa, la compensa con orden táctico, categoría y voz de mando. Hizo dos cierres fantásticos que evitaron un dolor de cabeza grave y fue patrón de la zaga. Se complementa bien con Vargas y de verdad le otorga solidez a una zona que le andaba fallando a Gamero: el centro.
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4 y 3 no suman, restan: estas posiciones en el campo siguen siendo un lugar preferido para que los adversarios saquen provecho de las debilidades por los costados. Tanto Perlaza como Bertel siguen siendo los mismos que jugaban antes de que el Covid 19 nos aplazara todo: se les ve inseguros, con serios problemas en la salida -Cali tuvo un par de opciones claras por cuenta de malas decisiones de ambos en zonas prohibidas- parecen estar en el punto más bajo de rendimiento. Y si ellos son los inicialistas, hay que imaginar entonces el nivel de Román y Banguero. Lo extraño es que Román entró un rato y no lo hizo mal…
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Sin Silva: se perdió manejo -el reemplazo fue Steven Vega- Pero ayudó mucho Arango en eso de tratar de formular y proponer juego. Del Valle y Godoy entendieron la idea, a pesar de que ambos no descollaron en su nivel, y trataron de colaborar con el “Chicho” que, más allá de las opciones desperdiciadas; hizo un partido interesante. Pereira -de muy buen encuentro más allá del golazo- y Duque también comprendieron que no solamente con quitar la pelota iban a contribuir, así que se dieron tiempo de tratar de jugar hacia adelante y les fue bien.
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¿Y el arco?: muchas dudas emergieron con los nombres de los arqueros que reemplazarían a Faríñez. Christian Vargas y Christian Bonilla. El turno ayer fue para el ex Nacional y Bucaramanga que anduvo bien en los centros de costado, atajó un tiro libre con destino a gol y se repuso de un absurdo rebote que había dejado, achicando a Rodríguez de manera acertada. Habrá que seguir echándoles ojo.
Fueron más los aspectos positivos que los negativos. De hecho, se redunda en lo positivo porque de lo otro parece que no hay cambios. A Millonarios le toca hacer un remate de campaña casi perfecto si quiere clasificar dentro de los 8 y estabilizar el barco pensando en Sudamericana. Material no sobra, pero hay suficiente como para pensar en horizontes más amables.
@udsnoexisten