El 19 de julio de 2019, en la ciudad de Pau, se corría la etapa 13 del Tour de Francia. En la línea de salida de esta contrarreloj individual, el corredor Wout van Aert lucía el tricolor belga, y buscaba reclamar su segunda victoria contra el reloj de la temporada, luego de vencer en el Criterium Dauphiné. Sin embargo, ese día la suerte no estuvo de su lado. Al trazar la última curva del recorrido a toda velocidad, y buscando recuperar tiempo, el joven belga se fue contra las vallas, que parecían no adecuarse a la carrera, terminó enganchado y con una dura lesión en una de sus piernas. Ese día tuvo que abandonar el Tour de Francia.
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La caída en Pau puso un enorme paréntesis en la gran temporada que venía haciendo Van Aert, ganando dos etapas en Dauphiné y haciendo un tercer lugar en Strade Bianche. Con una dura recuperación en el frente, el corredor del Jumbo Visma dio algunas entrevistas en las que mostraba tranquilidad y esperanza ante el regreso en la temporada 2020. La semana pasada, en medio del calendario ciclístico comprimido como efecto del Covid-19, Wout Van Aert confirmó lo que venía avisando desde hace varios años; confirmó el valor de regresar, y regresar cada vez más fuerte.
El sábado 1 de agosto reinició la temporada del World Tour con la Strade Bianche, una vieja conocida de Van Aert. Para la mayoría de los aficionados al ciclismo, y especialmente de las clásicas, está en el recuerdo la edición del 2018 donde Tiesj Benoot atacó en el barro, faltando 13 kilómetros a meta, y donde Wout Van Aert desfalleció en la subida a la Piazza del Campo, tuvo que caminar junto a su bicicleta, para descender a reclamar el tercer puesto. Primer podio en esa carrera. El 2020 fue totalmente diferente, la experiencia, el regreso, y tal vez hasta el clima, se prestaron para realizar un ataque técnico. En uno de los tramos finales de sterrato Van Aert confirmó lo que tenía en las piernas y marcó las diferencias necesarias para luego, en modo crono, entrar con buena renta de tiempo. Esta vez el descenso a la Piazza del Campo lo hizo en solitario para celebrar su victoria. La tercera fue la vencida.
Una semana después de levantar los brazos en Siena, Van Aert se haría con su primer monumento. La campana le sonó y, desde mi punto de vista, selló lo que venía haciendo desde que dio el paso de ciclocross a la ruta. Tenemos un nuevo clasicómano que seguramente va a dominar en muchas carreras. En los 306 kilómetros recorridos entre Milán y San Remo, Van Aert estaba entre los favoritos. Pasó la Cipressa con ayuda de su equipo y pudo seguir la estela de Julian Alaphillippe en el Poggio de San Remo. La cara de Alaphillippe lo dijo todo cuando notó quién era su compañero para el embalaje final. Luego de más de 7 horas y 300 kilómetros en las piernas, Van Aert tuvo la gallardía de lanzar un sprint de nada menos que 1520 watts. El primer monumento del año, y el primero para el corredor belga.
Al sobreponer esas cuatro imágenes: la subida a Siena en 2018, la Strade Bianche de este año; la caída en la contrarreloj del Tour y la victoria al sprint en San Remo, se entiende el valor, y el sentimiento, que tienen las victorias conseguidas por Wout Van Aert la semana pasada. Regresar con esa tenacidad es, seguramente, una habilidad que pocos tienen. Pero también, y para todos aquellos que seguimos la carrera del corredor belga desde su paso a la ruta, entendemos la importancia del proceso más que del resultado. Si bien casi todos los años aparece un nuevo corredor belga que domina alguna especialidad del ciclismo, o casi todas como ahora parece hacerlo Remco Evenepoel, el caso de Van Aert nos muestra la importancia de la paciencia, del tiempo, de ir paso a paso y reclamar todo con trabajo constante.
En la primera etapa del Criterium Dauphiné 2020, con un final que picaba hacia arriba y que estaba planteado para un corredor explosivo, nuevamente el corredor del Jumbo Visma se impuso. Van Aert está intratable y va a dominar las clásicas y, seguramente, también reclamará etapas que le vengan bien en esta temporada.
¡Felicitaciones para Van Aert!
Por: Pedro J. Velandia / @acerocaballito