El fútbol está cada vez más cerca de retornar, o eso nos hacen creer. En las últimas horas, el ministerio de Salud anunció que en los próximos días publicará el famoso protocolo de sanidad que le daría luz verde a la continuación del campeonato allá por agosto.
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Directivos, cuerpos técnicos y jugadores esperan con ansias el documento que dictará las pautas y hará caso a los pedidos de unos y otros para que el juego se desarrolle con toda previsión cuando se reanude, pero ¿alguien quiere pensar en los árbitros?
Los de negro, aquellos que no tienen hinchada, pero que son necesarios para el desarrollo de los partidos, hoy se sienten en el ostracismo. Denuncian que no están siendo tenidos en cuenta en la reactivación del fútbol, pero advierten que, sin ellos, la pelota no rodará de nuevo en el país. Claro, pequeño detalle, son los encargados de pitar para que inicie el encuentro, hoy más que nunca.
“En ningún momento se han puesto en contacto con los árbitros. Nunca han dicho que nos vayamos preparando para viajar tal día o sobre una posible reanudación de los torneos. Solo hablan de los jugadores y entrenadores, pero los árbitros para cuándo. No entienden que sin árbitros no hay partidos”, le comentó a PUBLIMETRO un réferi de mucho cartel en Colombia, pero pidió reserva de sumario.
Denuncias y señalamientos reflejan un oscuro panorama
De los 10 países de Sudamérica, Colombia, Bolivia, Venezuela y Perú no cuentan con una agremiación para árbitros. En nuestro territorio los afilian a los colegios arbitrales de cada ciudad y región que tienen el aval de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF). Ese trato de segregación a los jueces es el que no quieren que se repita en el protocolo de regreso al fútbol. No obstante, son pesimistas.
“A los árbitros los ven como un gasto y no como una inversión. Muchos no entienden que también necesitan y merecen que los traten como deportistas. Nos entrenamos y preparamos los partidos de manera táctica, técnica y teórica, pero las condiciones no son las mismas comparadas con los jugadores. No contamos con el acompañamiento de un médico, un fisioterapeuta y un psicólogo. Los árbitros van en Renault 4, mientras que los futbolistas van en un Maserati. A los directivos no les conviene que los árbitros hagamos una agremiación porque les tocará invertir dinero en algo que ellos consideran innecesario”, revela la fuente anónima.
- Incertidumbre | Sin una agremiación que levante la voz, los árbitros se encuentran en el limbo de cara a un posible regreso del fútbol. Hasta el momento nadie los contactó para lo que se viene.
La diferenciación se agrava cuando la pelota rueda. Por eso, en el momento en que todo el mundo alza la mano, ellos no se quedan atrás y exigen igualdad en todo ámbito, incluso en la higiene, tan vital en estos tiempos. “Ganar alrededor de un millón por partido y no encontrar jabón, papel higiénico y toallas en un camerino”, Es el pan de cada día que ya no quieren llevarse a la boca. Para la vuelta del fútbol, ellos enseñan los dientes.
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Para ondear la bandera de la igualdad no están solos. Los jueces encuentran en el gremio de futbolistas a un fuerte aliado contra la discriminación propuesta por los directivos de Federación y Dimayor. El sindicato de jugadores profesionales manifiesta estar a muerte con los hombres de negro, porque para que la pelota ruede, serán todos o ninguno.
“El ministro del Deporte dijo que el fútbol debe estar unido y tienen que darles oportunidades a todos, pero reiteró que si están divididos no será fácil tomar decisiones y regresar. ¿Qué va a pasar con los árbitros? De ellos ni se habla. Jamás he escuchado que los nombren siquiera y son deportistas como los demás. Deben estar presentes sí o sí porque sin ellos, no hay nada”, afirmó Carlos González Puche, presidente de la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro).
Con pruebas, voces y respaldo, ¿por qué no alzan la voz?
Hablar desde la barrera es fácil, pero adentro son otras las reglas de juego. El silencio tiene sentido cuando se conocen las razones de los protagonistas, diferente es que sea entendible. Ellos saben que en cada testimonio que hacen se juegan los pellejos inmersos en un régimen que los marginan si denuncian.
“Infortunadamente, en esto como en la política impera la ley del silencio y la pedagogía del terror. En la medida que alguien piense un poco, diga que algo no funciona bien o quiera convocar personas para pronunciarse, lo tildan de sindicalista y lo sacan. Si tienen 30 árbitros y se levantan dos o tres, los despiden y traen otros tres o cuatro de la B para reemplazarlos y ya está, la fiesta continúa. Aquí tratan a los árbitros como una empleada del servicio, que la llama por un día, le paga y chao”, manifiesta el juez de gafete internacional.
Es más fácil cuando se abandona la actividad, pero las dinámicas no cambian. Por eso, los árbitros retirados respaldan a sus colegas en actividad, aunque les reclaman mayor carácter para rebelarse a todo esto. Rafael Sanabria, pensando en sus colegas, no se guardó nada y confirmó lo que viven los árbitros a diario.
“Los han desconocido completamente. Para los dirigentes, los árbitros no existen. De hecho, ni siquiera les ha llegado una ayuda o les han preguntando si tienen plata en medio de esta crisis, lo único que hicieron fue enviarles una encuesta preguntándoles quiénes están trabajando”
Sanabria no deslinda de responsabilidad a los jueces mismos. El exárbitro, en medio de su desespero para que todo mejore en un futuro, afirmó que “no hay árbitros con carácter porque nadie reclama ni dicen nada”. Razón por la que espera que “envíen una carta y pidan que los hagan partícipes”.
Y si los incluyen en el protocolo, ¿aceptarán las condiciones?
La salud es lo más importante. Por eso, en estadios sin toallas, jabón y duchas apropiadas, parece una utopía que en la “reactivación” de la liga haya tapabocas, gel, guantes y camerinos donde se respete el distanciamiento. Sin embargo, los árbitros no pierden la fe. A pesar de no haber sido tenidos en cuenta hasta el momento en la construcción de los protocolos, son claros en su postura, aunque están abiertos al diálogo.
“Al igual que los jugadores y entrenadores, los árbitros también necesitamos contar con las condiciones de salud porque vamos a dirigir partidos. Más allá de que estemos concentrados, podemos contagiarse entre nosotros y exponer a nuestras familias. Solo exigimos que haya las garantías porque como los jugadores y todo el entorno fútbol, los árbitros también queremos que el fútbol regrese. No tenemos problema en jugar en sede única. De hecho, lo aceptaríamos siempre y cuando no nos metan en un hotel a compartir habitación con cuatro o cinco personas y a no alimentarnos bien como habitualmente pasa”
¿Quién es la voz de los que no tienen voz?
El Instructor técnico de la Comisión Arbitral, Fernando Avendaño, con cierta duda declaró que “se supone que los árbitros están incluidos en el protocolo enviado al Ministerio del Deporte y al Ministerio de Salud, pero no se sabe nada más”. Asimismo, Imer Machado, integrante de la Comisión, al ser consultado por el tema, expresó que “hasta el momento no se tiene ninguna información. Solo se sabe que la Comisión Arbitral está trabajando en el tema”.
- Guerra civil | Jueces le cuentan a PUBLIMETRO que no se sienten respaldados por Imer Machado, representante de la comisión arbitral y quien no tiene consenso entre los que dice defender.
A tal incertidumbre, Rafael Sanabria le puso más picante con una frase que demuestra problemas internos. “En la Comisión Arbitral está Imer Machado, que es el que menos respalda a los árbitros. Ahí no se puede esperar, absolutamente, nada”.
La unión hace a la fuerza, es un refrán tan viejo como la humanidad misma. Sin embargo, se necesitan voluntades férreas para hacerlo realidad y, en el caso de los árbitros en Colombia, conseguir el respeto que cada uno por su parte clama desde hace mucho tiempo, pero que por sí solos no han podido conseguir. Ahora, parece el único camino disponible en tiempo de pandemia, donde todo se hace más difícil.
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