Opinión

El Tour en crisis

“De no correrse el Tour de Francia muchos equipos podrían quebrar por falta de los apoyos que reciben de marcas y que ellos devuelven en publicidad”: Caballito de Acero

En 1947 el Tour de Francia recién regresaba a las carreteras. Jean Bobic, un pequeño corredor francés, animó una de las primeras versiones después de la Segunda Guerra Mundial. En un largo tramo plano en la última el corredor atacó y llegó a la meta con 15 minutos de ventaja. Fue el único Tour que ganó en su vida. Unos días antes de comenzar la carrera, Bobic le dijo a su prometida: “No tengo nada para ofrecerte porque soy pobre, pero en un mes serás la esposa del ganador del Tour de Francia”. Esta, junto a otras anécdotas hacen parte del halo épico que acompaña a la ronda francesa, y que está en riesgo de no correrse por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial.

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¿Pero qué ocurrió con el Tour de Francia durante los enfrentamientos bélicos en Europa y cómo fue su regreso? Como la mayoría de los aficionados al ciclismo sabemos, la primera edición del Tour de Francia se corrió en 1903. Henri Desgrange y Géo Lefevre, periodistas de L’Auto, forjaron la idea de crear una carrera por etapas que recorriera toda Francia. Las primeras ediciones fueron una suerte de experimento en torno a los horarios de salidas, el reglamento y la premiación. Mientras el Tour tomaba forma, L’Auto se posicionaba como el principal periódico deportivo de Francia y la carrera se prestaba para los relatos épicos que circulaban a través de la prensa de todo el mundo.

La Gran Guerra (1914-1918) fue el primer revés para la ronda francesa. Con el territorio europeo en medio de un conflicto bélico, varios de los corredores comenzaron a unirse a los Unidades Ciclísticas de los diferentes ejércitos, donde recorrían largas distancias llevando información y cumpliendo funciones para sus respectivos batallones. Durante el período de la guerra murieron varios de los primeros campeones del Tour como Lucien Petit-Breton y Octave Lapize.

El período de entreguerras supuso un cambio para el modelo de funcionamiento del Tour. Aunque las ganancias eran cada vez más altas, el modelo de equipos patrocinados creó una supremacía de las escuadras Automoto y Alcycon. Desgrange buscó cambiar el modelo eliminando los patrocinios en los equipos y haciendo invitaciones de equipos nacionales. Cada uno de estos equipos terminó encarnando los valores de su país y enfrentándose a las demás naciones. Desde 1929 el Tour comenzó a ser una competencia que operaba de manera similar a los Juegos Olímpicos. En pleno proceso de consolidación de este modelo, los alemanes invadieron Polonia y comenzó la Segunda Guerra Mundial.

Al finalizar la guerra los corredores volverían a competir en las carreteras. El Tour de Francia se convertiría en una de las principales vitrinas comerciales en el período de recuperación económico de posguerra; sin embargo, el modelo de escuadras nacionales seguía siendo defendido por los organizadores. En las décadas de 1940 y 1950, tanto Jacques Goddet como Félix Levitan siguieron organizando la carrera bajo este esquema, a pesar de que los números marcaban en rojo. Este período de crisis económica del Tour se volvió insostenible cuando los corredores firmaban con equipos con patrocinio y preferían no correr el Tour para así no faltar a sus contratos. Entre los nombres que se saltaron ediciones del Tour por este problema están Rik Ban Looy, Jacques Anquetil y Raymond Poulidor.

En 1961, ante las presiones económicas y deportivas, los organizadores del Tour decidieron volver al modelo de equipos patrocinados. De la mano de la radio y la televisión, el Tour de Francia se volvió en una gran ventana comercial.

En la actualidad, y ante la pandemia de coronavirus, son muchas las voces que se escuchan en torno a la crisis del ciclismo. De no correrse el Tour de Francia muchos equipos podrían quebrar por falta de los apoyos que reciben de marcas y que ellos devuelven en publicidad. Meterse en una fuga supone mostrar un logotipo durante varias horas en televisión. Como señaló Cadel Evans hace unos días, de no correrse el Tour este año, la frágil estructura del ciclismo tendría un golpe mortal que condicionaría el ciclismo que veremos en la próxima década. La pregunta queda servida: ¿Cómo saldrá el ciclismo de esta crisis y cuál será el modelo de los años venideros?

Pedro J. Velandia @acerocaballito

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