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Veinticinco años despúes, lo mejor del ciclismo volvió a Duitama

La llegada de la etapa 2 del Tour Colombia a Duitama recordó uno de los eventos más importantes de la historia del deporte colombiano: el Mundial de Ciclismo de 1995.

Los 2500 metros de altura de Duitama son temibles y muy recordados para los ciclistas de todo el mundo. Los corredores, sobre todo aquellos que gustan de la historia del ciclismo, tienen clara una tarde lluviosa de octubre de 1995 en el centro de Boyacá. Era el día de consagración de Miguel Indurain, pero no terminó como quería el cinco veces ganador del Tour de Francia. El Mundial de Ciclismo de Duitama fue una jornada épica para el ciclismo español recordada con el final de la segunda etapa del Tour Colombia.

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La carrera que se corrió en esa oportunidad fue uno de los mundiales más difíciles de la historia. El Mundial de Ciclismo de 1995 tenía la temible altitud como gran problema, además de un recorrido quebrado. Indurain, que con su equipo Banesto había ganado en julio el Tour, corrió previamente una carrera en altura en Colorado para llegar a Boyacá en la mejor condición. Su mayor rival sería el italiano Marco Pantani, un eximio escalador que ganaría el Tour 1998.

El navarro demostró su favoritismo en la contrarreloj previa, que desde Paipa llevó a los ciclistas a la Plaza de Bolívar de Tunja. Indurain rompió los cronómetros con 55:30, a 48 segundos de su perseguidor y compañero de selección Abraham Olano. El tercero, el aleman Uwe Peschel, llegó a más de dos minutos. Para la ruta, habría 15 vueltas a un circuito de 17,7 kilómetros con un ascenso como el Alto del Cogollo, de segunda categoría.

¿Pero era un segunda? El historiador, periodista y estudioso del ciclismo colombiano Matt Rendell lo subió en 1998 con dos jóvenes ciclistas boyacenses. «Casi me matan. Yo estaba a rueda, pero sentía que estaba sufriendo un infarto. ¡Mi organismo intentaba respirar por los ojos y por la piel! Hay muchos europeos que van a sentir eso esta semana», dijo a PUBLIMETRO.

La épica victoria de Olano

Eusebio Unzué, director general del equipo Movistar, dirigía a Indurain en el Banesto. «Sabíamos que era una gran oportunidad, y efectivamente todo comenzó muy bien ganando la contrarreloj. Fueron unos días de inquietud, primero por lo que podíamos tratar de hacer y luego por lo que se consiguió, pero hizo que nuestra estancia aquí fuera memorable», recordó a PUBLIMETRO.

La carrera la definió Olano al final de la última vuelta luego de un torrencial aguacero y dos pinchazos de Indurain. Marco Pantani y el suizo Mauro Gianetti se dedicaron a marcar al navarro, permitiendo que Olano se fuera en el último ascenso. A dos kilómetros de meta, pinchazo en la rueda trasera. El corredor hizo los últimos metros sufriendo, en los rines, y celebró con una mano levantada. Indurain ganó a Pantani y Gianetti el embalaje por la plata. El mejor colombiano, el local Oliverio Rincón, terminó octavo.

«El día de la carrera individual no pudo ganar Miguel, pero su compañero Olano aprovechó un momento de carrera para filtrarse, escaparse y poder llegar solo», recordó Unzué. El premio mayor para España fue su primer Mundial de Ciclismo. Este impulsó a muchos jóvenes como Alejandro Valverde, Alberto Contador y Joaquim «Purito» Rodríguez. El crecimiento del ciclismo español empezó ese lluvioso día en Boyacá.

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Duitama brilló en Europa

Juan Manuel Gárate, director del equipo Education First, también era un debutante en 1995 cuyos ídolos eran Indurain y Olano. «Verlos ganar fue algo muy emocionante. Apenas llegamos a Colombia, en el segundo día cogí una bicicleta y subí al Cogollo. Allí todavía hay pintadas con los nombres de Abraham y Miguel. Tomé una foto, se la envié a Indurain y se mostró muy emocionado del recuerdo de los colombianos», dijo.

Rendell analizó el impacto del Mundial de Ciclismo 1995, que en Duitama es conmemorado con un monumento a Oliverio Rincón. «Duitama es recordada en todo el mundo deportivo por ese Mundial. Si uno mira el monumento a Oliverio, es un ciclista con los brazos alzados sobre un mapamundi. En 2020 el mundo nos parece muy pequeño: hoy corre en el Tour Colombia un equipo israelí, uno noruego, uno belga… Hace 25 años el mundo era mucho más grande, y para nosotros, Colombia era mucho más lejana», aseguró.

Unzué, por su parte, comparó el impacto de ese mundial con el de los triunfos de los colombianos en las grandes vueltas. «Aquí en Colombia estáis viviendo la misma renovación: salió un Nairo, un Rigo, y ahora tienen un Egan, un Dani (Martínez), un Sergio Higuita. Un éxito como un Mundial, un Tour de Francia sirve para que salgan todos esos ‘Nairitos’ y ‘Eganitos’ que se volverán los grandes ciclistas del mundo», dijo.

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