El coronavirus es tema de atención mundial a causa de la expansión de la epidemia. En China ya ha cobrado más de 300 vidas y se sospecha de 9.000 casos más en el gigante asiático, además de los brotes que se han presentado en otras condiciones de salud.
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Además de ser tema de salud, también se convirtió en un tema que está afectando al deporte. Varios acontecimientos así lo señalan, empezando por la suspensión de la Supercopa de China entre el Guangzhou Evergrande y el Shanghái Shenhua, que debía disputarse el 5 de febrero. El evento quedó sin fecha confirmada.
Asimismo, en las actuales emergencias sanitarias, la Superliga de China sufrirá un aplazamiento hasta que se controle la epidemia.
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Por otro lado, Wuhan era sede del grupo B del torneo preolímpico femenino. La ciudad es el epicentro del coronavirus y no está en condiciones de recibir el certamen clasificatorio, por lo que la Asociación de Fútbol de China le dijo a la Confederación Asiática que renuncia al evento.
El deporte chino, en caída libre a causa de la epidemia mundial
Los clubes también vieron truncadas sus operaciones en el mercado de pases a causa de la enfermedad. Javier Pastore, futbolista argentino que juega en la Roma, tenía todo acordado para ir al fútbol chino (a un equipo no revelado), pero el club italiano decidió renunciar a los millones, a cambio de preservar la salud de su futbolista y su familia.
El problema en las transferencias no culmina allí. Varios jugadores que actúan en la Superliga de China tienen intenciones de irse a causa del coronavirus y lo han manifestado. Es el caso del italiano Stephan El Shaarawy, quien juega en el Shanghái Shenhua y que anunció que quiere volver a su país para jugar con la Roma.
Otro caso es el del belga Yannick Carrasco. El mundialista retorna al Atlético de Madrid, resignando dinero, pero huyendo de la epidemia de salud.
Sin embargo, el problema del deporte chino no se limita solo al fútbol. En el baloncesto, deporte donde el gigante asiático es potencia mundial, su liga liberó a las grandes figuras para que negocien con equipos de otro planeta. La liga de baloncesto china fue suspendida de manera indefinida, con el compromiso que los jugadores deben volver a los equipos dueños de sus fichas una vez se programe la reanudación de la competencia.
En Europa, varios de los equipos de baloncesto más importantes se frotan las manos con la liberación de las estrellas, varias de ellas con pasado en la NBA. La liga china anunció que los jugadores tienen hasta el 27 de febrero para negociar con otras ligas, con la promesa del regreso.
Mientras tanto, el coronavirus sigue expandiéndose y ya hizo mucho daño en el fútbol. Por fortuna ese daño no cobra vidas humanas en el deporte, pero es mejor prevenir que lamentar.
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