Opinión

Minuto 85

“Ya van dos años de aquella gesta: el título número 15 de Millonarios obtenido ante Santa Fe, el rival de patio y al que siempre se le quiere ganar”: Nicolás Samper

Es pensar en que aquel instante debió ser una de las más grandes –si no la más grande– alegrías como hincha. Por lo que significó, por cómo se dio, por ese grito que opacó el resto y que abrió una fiesta en medio del silencio de un estadio estupefacto ante un misil tierra-aire.

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Ya van dos años de aquella gesta: el título número 15 de Millonarios obtenido ante Santa Fe, el rival de patio y al que siempre se le quiere ganar, en condición de visitante (aquella tarde del 17 de diciembre la programación ubicó a Millonarios como visitante).

Y con un gol de esos que ya está instalado en la mitología de los clásicos cachacos y en la historia del fútbol colombiano: el balazo que surcó los cielos y que salió del pie zurdo de Henry Rojas.

Volver a pensar en esos tiempos llena de alegría el alma, pero también evocar las dosis de alta tensión que se vivían desde que se conocieron los finalistas no deja de ser estremecedor: Santa Fe venía bien, volando, jugando de manera efectiva, armando una campaña muy sólida desde la estructuración que a esa campaña le dio Gregorio Pérez; Millonarios se había solidificado en el remate de su campaña y ese saber enderezar el camino llegó luego de una increíble caída en Medellín ante Nacional 3-2. Esa noche en la que Millonarios jugó mejor, pero que se fue con las manos vacías sirvió para darle la vuelta a un equipo que no estaba tan compacto, pero que luego de aquel partido, hizo de la practicidad su sello distintivo. Ganaba con solidez pero por la mínima casi siempre.

De hecho, aquella final a doble partido se define por el resultado del primer juego, un duelo cerradísimo y con los nervios de punta que destrabó un inolvidable cabezazo de Matías de los Santos. Pero en el recuerdo siempre estará ese 2-2, por la agonía y el drama de la definición. Por eso los buenos amigos de www.losmillonarios.net, decidieron, ya dos años después de la gran hazaña, publicar un libro conmemorativo de ese pedazo de historia que por fortuna nos tocó vivir: se llama Minuto 85 y es un compilado de imágenes de esa final, del día del 2-2, del momento en el que Henry Rojas lanzó un remate que lo transformó en inmortal. Además de las imágenes, el libro va recorriendo los vericuetos de la campaña y además incluye textos de Rojas y de Miguel Russo, el comandante en jefe de esa nave, capaz de ganarle a todo y a todos, incluyendo al cáncer.

Vale la pena guardar este testimonio no solo en los recuerdos que la mente se encarga de difuminar y acomodar a su gusto. Vale la pena tenerlo en la biblioteca para consultar aquel minuto 85 las veces que sea necesario.

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