Ambientazo en el estadio Metropolitano. 45.000 personas fueron a alentar a su Junior del alma, que con unas de cal y otras de arena, los tiene a punto de gritar tricampeón en el fútbol colombiano. Dicha proeza solo la consiguió Atlético Nacional en la era de los torneos cortos. Pero ahora, es el conjunto tiburón quien quiere demostrar que es el «papá» de la Liga Águila.
PUBLICIDAD
Por su parte, América de Cali llegó a la final tras mucho tiempo de no hacerlo. Sin embargo, bien dicen que más sabe el diablo por viejo que por diablo y estos sí que querían no ser actores de reparto en la finalísima. El tridente endemoniado que componen Duván Vergara, Matías Pisano y Michael Rangel eran garantía suficiente para meter miedo.
El partido comenzó ante una multitud intimidante. Junior no quiso ser menos a la obligación y se hizo con el balón. Sin embargo, no pudo acelerar el ritmo en los últimos metros, algo que sí conseguía la Mechita cuando recuperaba la pelota.
Un primer tiempo intenso, bien jugado, pero con pocas ocasiones de gol. Las más claras fueron del América, una de tiro libre y otra en una jugada individual de Rangel. Por su parte, la aproximación del Junior, que terminó en gol de Teófilo Gutiérrez, fue anulado por fuera de lugar. No obstante, sirvió para que se estrenara el VAR por primera vez en el fútbol profesional colombiano.
El primer tiempo terminó con una paridad evidente y el segundo empezó en las mismas. El conjunto visitante apostó por un esquema conservador, que le permita definir todo en el estadio Pascual Guerrero.
Junior se mostró espeso y la lucidez que les ofrece Teófilo Gutiérrez, no estuvo presente. Poco a poco, el conjunto tiburón cayó en la impotencia y comenzó a notar que un empate no era mal resultado. A fin de cuentas, todo se definirá dentro de siete días, en feudo caleño.
Partido sin goles y todo abierto. En Cali ya prenden velitas para que el 7 de diciembre, cuando caiga la tarde, llegue la estrella número 14. Los rojiblancos, por su parte, saben lo que es arruinar fiestas ajenas y así como lo hicieron ante el Medellín y el Deportivo Pasto, deberá ser el malo de la película en condición de visitante, si es que quiere ser tricampeón.
