Messi desapareció y volvió a fallar en Champions.
Como sucedió en Roma, en 2018, y Turín, en 2017, el astro argentino brilló por su ausencia. El buen trabajo táctico de los ingleses, sumado al bajo rendimiento de todo el Barcelona, crucificó a ‘la Pulga’, quien nuevamente se despidió de la posibilidad de alzar ‘la Orejona’. Eso sí, no se debe desconocer su maravillosa temporada. No en vano, hasta el momento, es el máximo artillero de la Champions con 12 goles.
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Becker: el verdadero verdugo de los culés
La eliminación dejó varios hechos anecdóticos. Uno de ellos es que el guardameta estuvo presente en las últimas dos debacles de los blaugranas en Champions. En primera instancia, defendió el arco romano cuando los italianos revirtieron un 1-4 y ahora repitió la historia con Liverpool.
Origi y Wijnaldum se vistieron de héroes
Si Mohamed Salah y Roberto Firmino no están, llamen a Divock Origi y Georginio Wijnaldum. El belga y el holandés cumplieron con creces. A pesar de no ser los habituales referentes de ataque, cada uno firmó un doblete, marcando los cuatro goles de una noche memorable e inolvidable.
La mística de Anfield sí mete miedo
Bill Shankly tenía razón. El hombre que llegó en 1959 con la idea de “convertir al Liverpool en un bastión de invencibilidad”, fue el responsable de poner el letrero ‘This is Anfield’ en el estadio. Y ese lema hizo eco. Jugadores, técnico e hinchada se convencieron de ello y dieron el golpe.
¿Ousmane Dembélé, con usted empezó todo?
La diferencia conseguida en el Camp Nou parecía irremontable. Sin embargo, como bien lo dijo Messi: “La última de Dembélé fue clarísima. Hubieran sido mejor cuatro goles que tres” y así quedó confirmado en la vuelta. El grosero fallo del francés en Barcelona, lo pagó caro el Barça.
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