#ElClásicoLoVivoEnFamilia. Bajo este numeral, embajadores y cardenales se comprometen a vivir la fiesta del fútbol en paz. Y es que, la Alcaldía les dio la oportunidad de que ambas hinchadas disfruten, se unan y compartan tribunas en el ‘coloso de la 57’, portando sus respectivas camisetas.
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Ante tal iniciativa, lo deportivo pasa a un segundo plano y no es para menos. Las miradas de los amantes al fútbol colombiano, autoridades y ciudadanos de la capital no solo estarán centradas en lo que suceda en el terreno de juego, también en lo que acontezca afuera de él.
Por eso, como bien concluye la campaña que impulsaron ambos clubes: “queremos que la casa de todos, Bogotá, se contagie de armonía”. Para ello será crucial que las dos aficiones estén a la altura y le demuestren al país que es posible gozar de este importante e histórico espectáculo deportivo con total tranquilidad, convirtiéndose en un verdadero ejemplo.
Los hechos que se han presentado en otras plazas no son los mejores. En el Atanasio Girardot, un hincha del Independiente Medellín invadió la cancha. En el estadio General Santander, la afición del Cúcuta Deportivo intentó agredir a los jugadores de Atlético Nacional. Por último, en el duelo entre Millonarios y Llaneros, la afición azul no tuvo su mejor comportamiento.
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