Pasan los años, pero Tom Brady no pierde vigencia. Cada comienzo de febrero en los últimos tres años (y cuatro de los últimos cinco), el mariscal de los Patriotas de Nueva Inglaterra es el protagonista principal del Súper Tazón, sin importar quién sea el rival.
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También existe una pregunta recurrente: ¿será su último año? Lejos de estar cerca de ello, la respuesta es “no”. Brady se encuentra vigente y dice que quiere jugar hasta los 45 años (en estos momentos tiene 41).
“Me gustaría jugar hasta los 45 años. Si me siento tan bien como ahora mismo, ¿quién sabe qué puede pasar? Sé que esto puede cambiar, pero a mí me gusta marcarme retos a largo plazo”, aseguró en la previa al Súper Bowl LIII, que los Patriotas le ganaron a los Carneros de Los Ángeles.
Los cuatro secretos de Tom Brady para ser el mejor
Tom Brady no es un extraterrestre ni nada que se le parezca. De hecho, en su juventud no fue considerado un prodigio. Los Patriotas lo eligieron en la sexta ronda del draft del 2000, siendo la selección #199 en total. A partir de allí se juramentó ser el mejor y basado en una disciplina férrea, lo consiguió.
El ‘Goat’ (apodo que significa ‘The greatest of all time’ o en español ‘El mejor de todos los tiempos’) tiene una rutina que le asegura el éxito, o al menos siempre tener a los de Nueva Inglaterra en la baraja de candidatos a ser campeones de la NFL.
Entre sus hábitos se encuentra una dieta vegana durante gran parte del año. Sin embargo, mientras la NFL está en temporada (septiembre-enero), consume carne roja para tener la proteina necesaria para evitar lesiones.
A esa estricta dieta se le suma una rutina de descanso inflexible. El ‘Capitán América’, otro de sus apodos, confesó en una de sus autobiografías que siempre se duerme a las 8:30pm. Asimismo, se levanta a las 5:30am. y comienza con su entrenamiento, que cuenta con un particular método.
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Brady sabe que para llegar a los 45 años activo necesita el menor número de lesiones posible. Por eso, mantiene una rutina de fuerza en el entrenamiento habitual, pero luego lo complementa con otra para darle “flexibilidad” a sus músculos. Tras el ejercicio, comienza a trotar y a hacer movimientos de zigzag, oxigenando su cuerpo.
Toda esta rutina la combina con el consumo de 25 vasos de agua diarios, mezclados con un concentrado de electrolitos. Así se mantiene hidratado a diario.
Ninguno de estos trucos funcionaría sin esfuerzo y Brady lo sabe.