Fueron cinco descensos de emoción pura a lo largo de los nueve kilómetros. En el recorrido, los pilotos de triciclos, sillas de ruedas, carritos de balineras, street luge y patinaje demostraron que hay que tener agallas y coraje para descender por las empinadas faldas manizaleñas. Esta última modalidad, también conocida como Inline Down Hill, fue la novedad en la Feria con 31 deportistas, 6 de ellos mujeres.
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“Manizales Gravity se consolida cada vez entre las carreras más extremas del país. Vienen pilotos de varias regiones y esto la hace más emocionante en cada jornada. Quedamos satisfechos por la respuesta de los participantes”, comentó Martín Emilio Ramírez, secretario del Deporte Municipal.
La competencia contó este año con 65 personas en la logística, de acuerdo con Duván Carvajal, del comité organizador. Además se utilizaron 35 pendones y 280 vallas de seguridad para proteger la integridad de los pilotos y el público que llenó las calles en estos cinco días.
“Son emocionantes las carreras porque cada día nos sorprenden los pilotos. Esto es una tradición en la Feria”, resaltó Nelly Ríos, del barrio Chipre.
Manizales Gravity empezó el miércoles con la etapa entre los barrios La Sultana y la Toscana. La segunda jornada se trasladó de Chipre a La Francia, luego entre la Plaza de Toros y la Estación Uribe y, por último, Batallón Ayacucho – Expoferias. Sin embargo, este domingo se cumplió la última etapa de patinaje en descenso entre el Ecoparque Los Yarumos y el barrio La Toscana, donde los paisas y bogotanos fueron los más destacados.
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