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¡PunTeo final! Se acabó el sueño del Junior

Último capítulo del sueño costeño que empezó en fase previa de la Copa Libertadores. Junior inició el año midiéndose a Olimpia y Guaraní, ambos de Paraguay. Así, hizo parte de la fase de grupos de la máxima competencia, pero aunque fue digna su participación en un grupo con Palmeiras, Boca Juniors y Alianza Lima, su destino estaba en la Copa Sudamericana.

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Sometió a los argentinos en fila: Lanús, Colón, y Defensa y Justicia. Luego se dio el gusto de dejar en el camino a un excampeón como lo es Independiente Santa Fe, en semifinales. Así, aterrizó en la gran final, que se definió en suelo brasileño.

El calor del Metropolitano no incidió en el resultado global, que culminó 1-1 en el juego de ida. Por eso, si Junior quería ser campeón de un certamen internacional por primera vez en su historia, tendría que vencer en el estadio Arena Da Baixada de Curitiba.

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Atlético Paranaense surgió como el último escollo del equipo de don Julio Comesaña, el ‘Ferguson’ de Barranquilla. Para arañar la historia, el uruguayo tenía en su baraja de nuevo a Teo Gutiérrez.

El ídolo tiburón se perdió el juego de ida, por sanción. Mientras tanto, contuvo las ganas para desatarlas en Curitiba y sería esencial en el transcurso del partido.

El primer tiempo favoreció al Paranaense, que se puso en ventaja con gol de Pablo Felipe. Los tiburones no jugaron bien y la timidez los tuvo al borde del abismo.

Para la segunda etapa hubo un cambio en la actitud rojiblanca. Quien tomó la batuta fue Teófilo, que empezó a generar los espacios. El empate llegó rápido, con un cabezazo del atacante barranquillero. A partir de allí, Junior se cansó de despilfarrar ocasiones de gol. El título estaba en sus manos, pero la puntería no los acompañó y el juego se fue a tiempos extra.

La tónica continuó y Junior tuvo en los pies de Jarlan Barrera un cobro penal. Karma del equipo barranquillero que otra vez falló desde los doce pasos. Junior botó penales en semifinales, contra Santa Fe, en la ida de la gran final y en la vuelta también. Para ser campeón, Junior tenía que enfrentarse a su mayor temor, porque tras 120 minutos, el campeón lo decidirían las penas máximas.

No hay caso. Junior no pudo exorcisar ese demonio y otra vez falló. Gabriel Fuentes estrelló el balón en el palo izquierdo, y Teo, sí, Teo, llamado a ser salvador de la noche, lo erró con mucha distancia. Sebastián Viera no logró tapar el remate de Thiago Heleno y Junior se quedó con las manos vacías.

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