El título de Atlético Huila como campeón de la Copa Libertadores dejó expuesto a las directivas del fútbol colombiano en cuanto a su política en el fútbol femenino. El presidente Jorge Enrique Vélez asegura que no se va a acabar la liga de mujeres, pero lo cierto es que el fútbol de las chicas en Colombia, más allá de los excelentes resultados, está agonizando.
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Análisis de la crisis del fútbol femenino en Colombia
Indecisión en los dirigentes
Jorge Fernando Perdomo tuvo muchos lunares en su presidencia en la Dimayor, pero uno de sus claros fue el apoyo al fútbol femenino. Por desgracia, los propietarios de los clubes no comparten la misma devoción que el opita y cuando se fue, ya no es obligatorio apoyarlo.
Desorganización del campeonato
Dimayor todavía no dio en la tecla con el modelo del campeonato del fútbol femenino. Intentó hacerlo regional, pero no consiguió cautivar. También quiso hacerlo más general y no funcionó. Además, los desprolijos horarios atentan contra el físico de las niñas.
Inequidad con el fútbol masculino
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Cierto que el fútbol femenino es incipiente en relación al masculino, pero la desigualdad es enorme. Los directivos no le dan el mismo trato al fútbol de chicas, Dimayor no programa los partidos en horarios estelares, vende mejor su producto y ni hablar de la desigualdad salarial.
Falta de interés en el espectador
La gente tampoco ayuda. El país demostró que cuando se disputa una final internacional, apoya incondicionalmente al equipo local, como hizo con el Huila en la Copa Libertadores. Sin embargo, no es frecuente que haya una buena asistencia a los partidos del fútbol femenino.
Poca difusión mediática
Vélez le tiró la pelota a los medios y tiene algo de razón. Win Sports televisa la liga, pero lo hace al mediodía o en horario diurno. Los otros medios poco y nada de espacio le dan en sus informativos al fútbol femenino, salvo cuando se hace historia como el Huila en Manaos.
